Informalidad laboral afecta al 78% de las mujeres en Perú

Frente a la falta de oportunidades en el empleo formal, muchas mujeres recurren a actividades informales como el comercio ambulatorio, la producción artesanal y el trabajo doméstico sin contrato.

La informalidad laboral continúa siendo un problema estructural en el Perú, afectando especialmente a las mujeres. Según el Anuario Estadístico de América Latina y el Caribe 2024, elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el 77,5% de las trabajadoras peruanas se encuentra en la informalidad, en comparación con el 71,8% de los hombres.

«En el Perú, casi ocho de cada diez mujeres trabajan en la informalidad, lo que significa que el 77,5% de ellas no tiene acceso a beneficios laborales como seguro de salud o pensiones. Esta cifra es alarmante, ya que perpetúa la precarización del empleo femenino», advierte Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel.

Este escenario ubica al país entre los cinco con mayor informalidad laboral femenina en la región, solo superado por Bolivia (86,4%), Guatemala (82,7%) y Honduras (81%), y ligeramente por debajo de Ecuador (71,1%). En contraste, las tasas más bajas de informalidad entre las mujeres se registran en Uruguay, Santa Lucía y Chile.

Brecha salarial y doble carga laboral

El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en su informe sobre el mercado laboral en Lima Metropolitana, reveló que en el trimestre móvil noviembre 2024 – enero 2025 el ingreso promedio mensual en la capital fue de S/2.126,2, registrando un incremento del 10,4% respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, esta mejora no ha reducido la brecha de género: los hombres ganan en promedio S/2.419,5 mensuales, mientras que las mujeres reciben solo S/1.773,2, lo que equivale al 73,3% del salario masculino.

«Las mujeres en Lima Metropolitana ganan en promedio 26,7% menos que los hombres. Este porcentaje refleja cómo, a pesar de desempeñar funciones similares, siguen enfrentando barreras para alcanzar una remuneración equitativa», señala Torres.

Frente a la falta de oportunidades en el empleo formal, muchas mujeres recurren a actividades informales como el comercio ambulatorio, la producción artesanal y el trabajo doméstico sin contrato. También es común que laboren en la agricultura de subsistencia o en microempresas donde no tienen acceso a beneficios laborales.

Políticas por el Día Internacional de la Mujer

Abarcando el panorama del Día Internacional de la Mujer, surge la necesidad de brindar mayores oportunidades laborales a las mujeres, creando nuevas políticas que sean efectivas para promover la formalización laboral. La falta de incentivos para contratar formalmente y la escasez de opciones de cuidado infantil agravan la situación de las mujeres trabajadoras.

«Más del 60% de las mujeres que trabajan en la informalidad lo hacen porque no tienen otra opción viable. Sin acceso a guarderías asequibles o licencias de maternidad adecuadas, muchas optan por empleos informales que les permitan atender sus responsabilidades familiares», indica Torres.

Para cerrar esta brecha, especialistas coinciden en la necesidad de implementar políticas de corresponsabilidad que incluyan licencias de paternidad más equitativas, programas de capacitación y acceso a crédito para emprendedoras. Sin estas medidas, la informalidad seguirá siendo la única alternativa para miles de mujeres en el país.