Este fenómeno se debe a que las unidades inmobiliarias en Lima Top tienen un precio más alto por metro cuadrado y áreas más grandes por unidad inmobiliaria.
Los proyectos inmobiliarios se mantienen como una opción interesante para inversionistas que buscan diversificar sus portafolios. Los activos alternativos con subyacente inmobiliario han ganado terreno en el Perú, independientemente de si los proyectos inmobiliarios se desarrollan dentro de nuestro país o fuera, como en Florida, Estados Unidos. Sin embargo, existen factores críticos a considerar que van desde escasez de terrenos apropiados, planes urbanos incompletos, aspectos regulatorios, políticos, climáticos y hasta potenciales burbujas que pueden ir incubándose, que son inherentes a cada país y que podrían impactar directamente en la rentabilidad del negocio inmobiliario.
Freddy Salcedo, director ejecutivo de Conexa Financial Group, destaca que el mercado peruano de desarrollo de vivienda para venta está más dinámico en Lima Moderna, que comprende los distritos de Jesús María, Magdalena, San Miguel, Pueblo Libre, Lince y Surquillo. «Hemos visto que la demanda de unidades inmobiliarias se ha mantenido en esta zona, lo cual ha generado un gran interés por parte de algunas inmobiliarias», indica Salcedo.
Este fenómeno se debe a que las unidades inmobiliarias en Lima Top tienen un precio más alto por metro cuadrado y áreas más grandes por unidad inmobiliaria, lo que se traduce en tickets de mayor tamaño, con la consecuente reducción de la demanda por parte de los compradores finales. Por otro lado, muchas empresas están localizadas en Lima Top y la falta de infraestructura vial obliga a sus trabajadores que necesitan calidad de vida a domiciliarse cerca, lo que cataliza el desarrollo de los proyectos inmobiliarios en los distritos aledaños de Lima Moderna, impulsando la mayor demanda de los proyectos que se desarrollan en esta zona.
«El horizonte de inversión de los activos alternativos con subyacente inmobiliario, suele ser de tres a cuatro años, que es el tiempo de maduración de los proyectos inmobiliarios, lo que brinda a los inversionistas la posibilidad de acceder a rendimientos interesantes con baja volatilidad en un mediano plazo. Este tipo de inversiones ofrecen una rentabilidad competitiva en dólares, con retornos que oscilan entre el 8% en renta fija, hasta el 15% en renta variable. Este atractivo resulta especialmente relevante para quienes buscan seguridad financiera y diversificación en sus inversiones en el mediano plazo», agrega Salcedo.
“El contexto macroeconómico peruano también favorece esta tendencia, hoy con una tasa de interés de referencia del 5.00% establecida por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), que se redujo desde un máximo de 7.75% en el 2023, también resulta favorable para el sector inmobiliario, abaratando los créditos de los compradores finales de las unidades inmobiliarias y se espera haya nuevos recortes en 2025″, añade Salcedo. La estabilidad económica y las políticas monetarias del BCRP, contribuyen con un ambiente de inversión más predecible, aunque siempre es necesario tener en cuenta la existencia de factores inesperados.
Un importante beneficio de optar por gestores locales de inversiones inmobiliarias es el conocimiento profundo de las dinámicas de mercado a pesar de las restricciones regulatorias y vicios inherentes de la industria inmobiliaria, el Perú cuenta con una población joven que impulsa la demanda de la primera vivienda. Por otro lado, a través del Fondo Mivivienda, el Estado Peruano promueve la adquisición de propiedades intentando reducir el déficit habitacional que año a año se va incrementando. “Por eso, contar con profesionales competentes en toda la cadena de valor de la industria inmobiliaria, con expertos en finanzas que construyan una buena estructura de capital en cada proyecto y un esquema de transparencia en la información que se brinda, son los ingredientes clave para construir la confianza con los inversionistas, teniendo claro que incluso con todas esas prácticas solo se reducen los riesgos, pero nada garantiza el éxito”, finaliza Salcedo.
En conclusión, los activos alternativos con subyacente inmobiliario representan una interesante forma de invertir para quienes desean diversificar sus portafolios. Con el crecimiento de zonas como Lima Moderna, estos activos se perfilan como una opción muy potente para quienes buscan rendimientos sostenibles a mediano plazo.