Revista Economía conversó con el destacado internacionalista y docente de la Universidad de Lima sobre la situación económica, actualidad del mercado global y el futuro que se espera.
¿Cómo definiría el actual escenario de este nuevo orden mundial y qué factores lo están moldeando?
Definitivamente el escenario internacional que estamos afrontando es un escenario cambiante. En mi opinión estamos camino a una multipolaridad, un mundo tripolar. Actualmente tenemos tres esferas de influencia; Estados Unidos, Rusia y China; en la época de la Guerra Fría vivíamos un mundo bipolar, luego con el colapso de la Unión Soviética tuvimos un momento unipolar de los Estados Unidos que ha durado poco más de 20 años y actualmente nos encontramos en transición. Como todo sistema que se encuentra en transición, son épocas de cambio, son momentos trascendentales, estos hechos que estamos viendo son parte de la dinámica internacional y la mayor parte de ellos vienen por tendencias, por lo menos dos décadas en proceso. No se trata de un cambio de presidente en los Estados Unidos de América y que ese presidente está imponiendo su propia dinámica; son fuerzas económicas, políticas, sociales y de seguridad que están interactuando. Vivimos definitivamente lo que en el mundo académico se le conoce como un escenario VUCA, un escenario volátil con incertidumbre y cambiante, en el cual los actores; sean países, empresas o individuos tenemos que adaptarnos. Vivimos en un mundo interdependiente, dependemos de otros países, no hay ningún país, ni el más poderoso de este planeta que pueda valerse por sí mismo, necesitamos de los bienes y servicios brindados por otras economías.
¿De qué manera este cambio geopolítico impacta con la economía global?
Lo que nosotros hemos estado viviendo desde la última mitad del siglo XX es un proceso galopante de globalización, la cual se entiende como el intercambio global de bienes, servicios, dinero etc. Esto viene desde la época de los grandes descubrimientos como el de América o las nuevas rutas de India, pero en la segunda mitad del siglo XX se aceleró y en la época de la Guerra Fría se conformaron dos grandes bloques económicos; por un lado, Estados Unidos y por otro la Unión Soviética, cuando esta última cae, ya no hay diferencias ideológicas a tal punto que se decía de que habíamos llegado al fin de la historia. Un profesor de la Universidad de Harvard, Francis Fukuyama dijo; “el ser humano ha llegado a la última etapa de su evolución, ha triunfado la democracia y el capitalismo, ese es el régimen que se va a imponer”. Sin problemas ideológicos en el mundo, comenzamos a transar bienes y servicios con mucha confianza y estas transacciones involucraron que el dinero fluya y hemos tenido la época dorada de la globalización, es ese tiempo las empresas buscaron mover su producción a los lugares donde el costo de producir los bienes fuera menor. Con los cambios geopolíticos se generan ciertos riesgos de que se interrumpa la cadena global de suministros, ¿de qué me sirve a mí que el iPhone más barato venga de China si no puede llegar? En la época de pandemia, mascarillas, respiradores y medicinas venían de India y se tuvo que interrumpir. Eso ha hecho de que los países tiendan a ser redundantes en la economía, hay países como Japón que han declarado que los bienes de salud son bienes estratégicos, quiere decir que tienen fábricas dentro de Japón. Estos cambios geopolíticos están llevándonos a que sea más importante asegurar el suministro que los precios y están ocasionando lo que se conoce como reshoring, cuando vuelve al país de origen y nearshoring, cuando no vuelve, pero se mueve a otra nación. Lo que tenemos que ver son las tendencias más que los momentos o los hipos que pudiese haber por una medida que algún presidente decida tomar.
En este nuevo contexto que menciona ¿cuál es el rol que toma nuestro país?
El rol de nuestro país y de toda América Latina en la política y en la economía mundial es un rol menor, los principales bienes y servicios se producen en otras latitudes. En América Latina tenemos economías primarias; Perú, Chile y Bolivia producen minerales, Argentina, soya y ganado; Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela, petróleo. Somos principalmente países que producimos commodities, no es malo ser un país o una región con poca relevancia, porque en un mundo tan inestable los países que concentran la atención son donde hay problemas, como Ucrania, Corea del Norte e Irán. En estas circunstancias no es malo, por el contrario, somos una región de paz relativa, como todos los países tenemos problemas internos, de seguridad ciudadana, pero somos una región de paz que prospera.
Hablando de Ucrania ¿cómo ha afectado este conflicto en la economía peruana especialmente en términos de inflación, comercio exterior y la estabilidad financiera?
La guerra en Ucrania ha ocasionó varios cambios, ha generado inflación mundial, hemos visto cómo han subido las tasas de intereses en los últimos tres años. Ha tenido otros efectos que no han alcanzado a la economía peruana, tanto Rusia y Ucrania son de los principales países productores de trigo y de maíz, pero va principalmente para los países de Europa del Este y el norte de África. Por un lado, no nos hemos visto afectados por el abastecimiento de granos, Perú se abastece de Argentina, la zona del Río de la Plata y de Estados Unidos, la zona de New Orleans. Pese a que no nos afectó el desabastecimiento, si generó un alza de precio de los alimentos a tal punto que a nivel mundial se comenzó a hablar del término de “seguridad alimentaria”, felizmente los precios ya retornaron. Conversando con importadores peruanos de maquinarias me comentan que sus pedidos tardan más tiempo de lo que era habitual, esto por la sobredemanda de productos requeridos para enviar a Ucrania. Si bien es cierto que no es un efecto directo, sí nos está afectando indirectamente porque mueven todo el mercado de bienes y servicios. Esperemos que se concrete la paz pronto y que esto haga que la situación económica vuelva a la normalidad.
¿Cómo ha ido evolucionando el papel de China en el comercio y en la economía mundial?
Si vemos los últimos 2000 años la economía mundial siempre estuvo centrada en Asia, hasta el año 1820 aproximadamente el 70% del producto bruto interno mundial venía de dos países; China e India. Luego vienen 200 años que ha tenido dominio occidente y ahora estamos regresando y siendo testigos del impresionante crecimiento económico de China. Cuando hablamos de China no hablamos solamente de un país, estamos hablando de la civilización más antigua del mundo, con sus propios principios y valores, el confucianismo es muy importante para ellos, el 95% de las personas de China no tienen religión, se rigen por el confucianismo que es una filosofía donde no tienen Dios y libro sagrado. Poseen valores como la meritocracia, a tal punto que, durante la época del Imperio Chino, si el pueblo veía que el emperador se apartaba de sus deberes, tenían derecho a removerlo y lo mismo es para la administración china, esta filosofía se ha extendido a Japón y Corea. El crecimiento de China es impresionante, muchos tenemos la idea de que los bienes provenientes de China son baratos por el bajo costo de la mano de obra, eso fue hasta principios del siglo XX, ahora siguen siendo baratos porque tienen fábricas robóticas. De 42 tecnologías emergentes como son; la inteligencia artificial, la computación cuántica, la nanotecnología, la medicina regenerativa y otras; China tiene el liderazgo en 37 de ellas. Es un país cuya tecnología está avanzando bastante. Nosotros tenemos un vínculo económico muy fuerte con China, es nuestro principal comprador y en mi opinión, desde el punto de vista político, China no va a hacer nada que afecte su crecimiento.
¿Existe un riesgo de esta dependencia excesiva de la economía China para países como el Perú?
Las inversiones chinas no solamente se han dado en Perú, se han dado en todo el mundo, se dice que China ha comprado todo África. Incluso tiene grandes inversiones en Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y países europeos. Es curioso porque varias de las inversiones en Estados Unidos las hizo en plena pandemia con empresas estatales, las grandes empresas chinas son estatales; la propiedad privada tiene poco tiempo ahí. El Perú tiene que seguir con su política exterior y económica, la misma que estuvo durante la Guerra Fría, donde fuimos parte de los países no alineados, la idea es llevarnos bien con los dos poderes que tienen influencia, Estados Unidos y China y mantenernos en buenos términos con ambos. Tenemos de que aprovechar las oportunidades, no podemos darnos el lujo de decir no tranzo con este país, prefiero pegarme a este otro, el Perú no debe tomar partido por ninguna de las potencias en disputa, vamos a necesitar que nuestra Cancillería y nuestros empresarios hilen muy fino y nos mantengamos en buenos términos con ambos países a fin que podamos aprovechar todas las oportunidades que se nos presente. Hace unos 15 años vino Michael Porter a nuestro país y una de las cosas que mencionó es que si el Perú no se manejaba de una manera estratégica corría el riesgo de depender excesivamente de China, hasta el momento nuestro país está haciendo bien su tarea, nuestro primer socio comercial es China y el segundo es Estados Unidos, tenemos más de 24 TLC, transamos con todas las economías. Yo veo con mucho optimismo los años que vienen para nuestro país, para lo cual, los empresarios, ciudadanos y la academia tenemos que poner el máximo esfuerzo, trabajar con profesionalismo y dar todo lo mejor en beneficio de la prosperidad, estabilidad y seguridad de nuestro país; es un compromiso que tenemos no solamente con nosotros sino también con las generaciones futuras.
Entrevista en el siguiente enlace: