Las incoherencias en el discurso, la inconsecuencia en el mensaje y la acción, la vehemencia en la oratoria trasnochada y la antipatía acumulada en el imaginario popular, es producto de un estrés prologando al que está sometido el político de nuestro tiempo, aquel que está sobre expuesto a los medios de comunicación y a las redes sociales las 24 horas del día y durante los siete días de la semana.
Así lo interpreta el analista político argentino, Gonzalo Sarasqueta, quien visitó nuestro país, invitado por la Universidad ESAN. “Antes de pensar en emprender una campaña política y analizar cuáles serán los medios a utilizar para llegar al elector, lo primero, sin lugar a dudas, es calmar la ansiedad en el político. Y es que ahora, con la sobreexposición mediática, a la cual están sometidos, sobre todo en los medios virtuales, el elector percibe mejor aquellos estados de ánimo y todas esas negatividades que consolidan una mala imagen que después resulta difícil revertir”, sostiene el especialista.
Lo ideal, considera, es comenzar a trabajar la imagen de un personaje nuevo, sin “asperezas”, que no tenga activos de antipatías y que despierte cierta confianza. Hay que trabajar también, mucho en su oratoria, en la profundidad social de su discurso y en los gestos no verbales que lo harán exitoso en el debate.
“Si nuestro político tuviera una imagen negativa muy alta, empezaría a detectar cuáles son esas negatividades que el público percibe, si es una cuestión de incoherencias o de falta de transparencia. En todo caso la mejor solución es generar acciones territoriales digitales mediáticas, que acaben en una agenda positiva para ese político y cuyos atributos contrarresten esa negatividad inicial”, señala.
Sostiene que el buen político debe pensar en el cambio con una perspectiva de sostenibilidad, llámese ética o moral, que le permita demostrar un resurgimiento sincero y proactivo.
“Ese paso debe ser sostenido en el tiempo. No debemos atar ese cambio de imagen pensando en las próximas elecciones. Hay que ser muy pacientes y sostener esta posición para lograr un cambio en la percepción social, la cual suele tardar muchas veces. No es fácil cambiar una percepción ciudadana pre establecida”, añade.
RECURSOS ORALES
Sabiendo que la reputación, en la esfera política, se construye en base a la coherencia del discurso sostenida en el tiempo, Sarasqueta sostiene que esa construcción es conocida por muchos gurús o counching políticos, por lo que no hay secretismos en este tema. En ese sentido, dependerá mucho del político y de sus objetivos, el abrazar la coherencia en su discurso y hacerlo en un mediano o largo plazo. Sin embargo, recomienda no hacer cambios abruptos y evitar aquellas actitudes que resulten controversiales. Hay que trabajar la forma del discurso y pulir los recursos orales.
“Debemos decir mucho con pocas palabras, hay que saber manejar tanto el lenguaje racional como el emocional. También recurrir a cifras, estadísticas, efemérides, argumentos como el lenguaje emocional. Debemos establecer un balance óptimo de esos dos recursos. Por otro lado, considero fundamental que hable sencillo, que el orador no utilice palabras difíciles. Cuando uno utiliza tecnicismos o todas aquellas palabras difíciles, lo que hace es recortar su audiencia, de las 100 personas que los escuchan, sólo lo entienden unos 40, por ejemplo”, recomienda.
Una cuarta recomendación, que señala el autor como, clave, para consolidad el discurso, es el lenguaje visual. “Debemos utilizar palabras o frases que trasladen al oyente a una situación particular. Por ejemplo, si estamos hablando de inseguridad, en vez de insistir en las cifras estadísticas, debemos mencionar hechos cotidianos, que involucran al vecino y a su miedo por dejar el coche en la calle, por ejemplo. El elector se sentirá identificado en la medida que se utilice su caso como ejemplo, con sus acciones cotidianas. De tal manera, el ciudadano no sentirá que ese candidato vive en una burbuja alejada, sino muy cerca de él y con pleno conocimiento de los problemas que atraviesa el vecindario”, explica.
SEMINARIO INTERNACIONAL
Gonzalo Sarasqueta, visitó nuestro país, en el marco del Seminario Internacional «Redes sociales y Comunicación Política», que se realizó el 11 y 12 de setiembre en el campus de la Universidad ESAN y que tuvo por objetivo brindar insumos teóricos y ejercicios prácticos para perfeccionar la utilización de las redes sociales en campañas electorales y/o comunicación gubernamental.
Entre los temas que se trataron destacan: De la comunicación de masas a la autocomunicación de masas. De la Opinión Pública a la Emoción Pública. De la Agenda Setting a la Agenda líquida. Fake news, posverdad y verdad. Entre la lógica de los caracteres, la estetización, infotainment y la personalización de la política.
Además, Twitter o el club de la minoría intensa, Facebook, la plaza pública del siglo XXI, Instagram, la intimidad posa para la foto, Youtube, el cine en tu ordenador, Del Big data al Big brother; entro otros.