Los consumidores de hoy tienen grandes expectativas en lo que respecta a su experiencia de usuario. En la actualidad, los usuarios están acostumbrados a poder acceder a muchos servicios digitales optimizados y sin fricciones a través de sus teléfonos inteligentes. En la era de todo bajo demanda, una estrategia de pago y banca digital primero puede satisfacer los deseos de los clientes. Con el potencial de redefinir el futuro de los servicios financieros, las primeras características digitales ahora son esenciales para los ecosistemas bancarios y de pagos.
Por qué una estrategia digital es esencial
Los clientes que se benefician de los modelos digitales en su vida cotidiana, desde la oficina hasta su tiempo libre, ahora esperan el mismo nivel de experiencia y agilidad de su banco. Están cada vez más seducidos por los neobancos y las grandes empresas tecnológicas que ofrecen servicios financieros digitales: su enfoque digital empodera a sus clientes con aplicaciones móviles convenientes y fáciles de usar para administrar su dinero, medios de pago, ofertas, ahorros, etc.
La pandemia ha acelerado la necesidad de tal estrategia y la necesidad de servicios digitales de alta disponibilidad. Con los bloqueos en todas partes, los bancos se dieron cuenta de que los titulares de tarjetas dependían de las sucursales bancarias y las cadenas de suministro de tarjetas físicas. Proponer una estrategia digital primero y alternativas digitales a los tarjetahabientes aseguró, y continúa asegurando, la continuidad de la capacidad de pago.
Y esto es solo el comienzo. El número de usuarios de banca digital en todo el mundo debería superar los 3600 millones en 2024[1], frente a los 2400 millones de 2020: un aumento del 54 % en solo 5 años. Cada vez más, este tipo de experiencias son un factor clave en la elección de un banco. Y a medida que cada banco amplía el espectro de servicios que ofrece, es crucial mantener una ventaja competitiva en este feroz mercado.
Banca digital: la nueva simplicidad
Digital-first no significa necesariamente solo digital. De hecho, diferentes formas de pago pueden coexistir, y lo hacen. Crean una experiencia del cliente conveniente y unificada, con características interactivas y en tiempo real, eliminando todas las interrupciones en la capacidad de pagar y administrar los medios de pago.
¿Fácil creación de cuenta y solicitud de tarjeta, acceso rápido para comenzar a hacer compras, flexibilidad y tranquilidad mientras compra? Los teléfonos inteligentes se están volviendo centrales en cualquier interacción con su banco y comerciante. Los clientes ahora pueden crear una cuenta desde sus dispositivos móviles, en solo unos sencillos pasos, y pueden acceder a una versión digital de sus tarjetas de crédito y débito a través de billeteras digitales y aplicaciones bancarias e inmediatamente comenzar a comprar en línea o en la tienda.
Para pagar sobre la marcha, en la aplicación, en línea o en la tienda, solo necesita cargar la tarjeta de su elección y usarla. Las tarjetas de débito y crédito digitales hacen todo lo que hace una tarjeta física: simplemente viven en su billetera digital. Estas tarjetas digitales están protegidas gracias a métodos como los tokens, que protege el número de cuenta principal (PAN) de una tarjeta reemplazándolo con una cadena única de números llamada. Son seguros y fáciles de usar, lo que hace que los pagos electrónicos sean rápidos y sin esfuerzo.
Nuevo servicio fácil y conveniente
La simplicidad y la comodidad se encuentran entre las principales cualidades que los consumidores modernos esperan de sus bancos. Según el estudio IDEMIA/PYMNTS, el 54% de las personas que aún no poseen tarjetas digitales están interesadas en obtener una principalmente por su “facilidad y conveniencia”. Los actores de todo el panorama de los servicios financieros deberían ampliar su oferta para estas expectativas cambiantes de los consumidores.
Las transacciones con tarjetas de pago sin contacto aumentaron de 1700 millones de dólares en 2020 a 2500 millones de dólares en 2021, según un informe de Juniper Research[2]. Se espera que esa tendencia continúe, con un crecimiento esperado de casi el 300% durante los próximos cinco años.
Tarjetas digitales, uso físico
Las percepciones de seguridad y conveniencia han estimulado una preferencia por el pago sin contacto. Casi la mitad de los encuestados (45,8 %) del estudio IDEMIA/PYMNTS utilizan su tarjeta digital para pagos en tiendas al menos algunas veces a la semana. Esto confirma que, al combinar lo mejor de ambos mundos, las características digitales, los pagos sin contacto y los pagos móviles llegaron para quedarse.
El futuro de los pagos con tarjeta claramente está avanzando a medida que más funciones de tarjetas físicas se combinan con funciones de los teléfonos inteligentes. Además de brindarle al titular de la tarjeta un uso y control inmediatos de sus medios de pago, una estrategia digital primero puede proporcionar servicios de tarjetas digitales y físicas, como activación de tarjetas, reemplazo de tarjetas, bloqueo de tarjetas, seguimiento de gastos, controles de gastos y alertas de transacciones.