La banca y las criptomonedas, ¿qué tan cerca están de fusionarse?

Alejandro San Nicolás, consultor y profesor en la Maestría Oficial en Dirección y Gestión Financiera de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, analiza el panorama que hoy mantiene a las criptomonedas y bancos tradicionales en caminos separados. 

América Latina ha experimentado un notable incremento en la adopción de criptomonedas en los últimos años. Según un informe de Chainalysis, la región registró un crecimiento del 42.5% en el mercado cripto en un año, consolidándose como la segunda con mayor volumen de transacciones a nivel mundial, solo superada por Medio Oriente y África del Norte.

Este auge se refleja en países como Colombia, donde aproximadamente el 21% del volumen total de Bitcoin en América Latina y el Caribe se encuentra en carteras digitales colombianas, situando al país como el segundo con mayor cantidad en la región.

Aunque algunos esperarían alguna fusión de la banca tradicional con las criptos, este es un panorama lejano. Así lo explica Alejandro San Nicolás, consultor y profesor en la Maestría Oficial en Dirección y Gestión Financiera de la Universidad Internacional de Valencia – VIU, perteneciente a Planeta Formación y Universidades.

La amenaza que representan las criptomonedas para la banca tradicional

Las instituciones financieras tradicionales ven en las criptomonedas una amenaza directa a sus modelos de negocio. Durante décadas, la banca ha controlado servicios como la custodia de dinero, las transferencias internacionales y la intermediación financiera, cobrando altas comisiones por ello. Sin embargo, la aparición de los criptoactivos ha democratizado estas operaciones, permitiendo que los usuarios realicen transacciones a bajo costo y sin intermediarios.

«La banca está asustada porque algunos de sus negocios tradicionales están en riesgo», explica el experto de VIU. «Las transferencias internacionales, que solían ser costosas y tardaban días, ahora con cripto se hacen en minutos y casi sin comisiones».

A pesar de este escenario desafiante, la banca aún domina gran parte del ecosistema financiero. Existen tres modelos claramente diferenciados en el mercado: en primer lugar la banca tradicional, que no incorpora criptoactivos ni servicios relacionados; luego la banca híbrida (neobancos), que manejan tanto dinero fiduciario como criptomonedas, aunque con limitaciones en la operativa cripto; y finalmente los ecosistemas cripto, plataformas como Binance, Crypto.com o Coinbase, que funcionan como bancos descentralizados con servicios completos de custodia, compra-venta e intercambio de criptomonedas.

Regulaciones y desconfianza, los principales obstáculos

El principal bache para una integración entre la banca y el ecosistema cripto es la regulación. Los bancos operan bajo estrictos marcos legales, mientras que las criptomonedas promueven la descentralización y el anonimato, lo que genera fricciones entre ambos sistemas.

Otro factor que frena la adopción masiva es la falta de educación financiera. Según lo indica el experto, al preguntar en una clase universitaria sobre Bitcoin, «menos del 10% de los alumnos sabría responder con precisión, y solo un par han realizado operaciones con criptoactivos».

De todas formas, a pesar de la resistencia y desconocimiento actual, la adopción de criptomonedas sigue en aumento. Algunas fintech y neobancos han comenzado a incluir servicios cripto, permitiendo a los usuarios interactuar con ambos mundos. Además, el avance de la inteligencia artificial podría jugar un rol clave en la seguridad y automatización del ecosistema cripto.

«La inteligencia artificial está mejorando la seguridad y anticipando posibles ataques en blockchain. A nivel de inversión, los bots basados en IA ya superan a muchos traders humanos en rentabilidad», detalla Alejandro San Julián.

El escenario actual indica que la banca y las criptomonedas seguirán en caminos separados por ahora. Sin embargo, a medida que la regulación evolucione y la educación financiera aumente, podría abrirse la puerta a modelos híbridos que combinen lo mejor de ambos mundos. Entonces, si es posible una fusión en el futuro o la banca tradicional termine perdiendo terreno frente al auge de las criptomonedas, solo el tiempo lo dirá.