Uno de los mayores retos que enfrentan las cooperativas de ahorro y crédito en el Perú es su baja eficiencia operativa, un problema estructural que impacta directamente en su rentabilidad y sostenibilidad. Según la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS), muchas cooperativas, especialmente las más pequeñas, destinan un porcentaje desproporcionado de sus ingresos a cubrir gastos operativos.
Por ejemplo, las cooperativas de nivel 1 (las más pequeñas) dedican aproximadamente S/. 82.2 de cada S/. 100 de ingresos a gastos operativos, mientras que las de nivel 2B alcanzan un alarmante 95.1%, dejando poco margen para cubrir provisiones, pagar intereses a los socios o generar utilidades. Esta baja eficiencia operativa, combinada con altos índices de morosidad, explica por qué 32.5% de las cooperativas reportaron pérdidas en julio de 2024, de acuerdo al último informe de la SBS.
En este contexto, la adopción de tecnología se presenta como una solución integral para optimizar los procesos internos y mejorar la eficiencia operativa, un factor clave para la supervivencia del sector.
La modernización tecnológica ofrece soluciones prácticas para superar estos desafíos:
l Automatización de procesos clave: Herramientas tecnológicas pueden automatizar actividades repetitivas como el registro de transacciones, la generación de reportes contables y el cálculo de provisiones para créditos morosos. Esto no solo reduce el tiempo requerido, sino que también minimiza los errores humanos.
l Gestión integrada de operaciones: Sistemas basados en la nube permiten a las cooperativas centralizar información sobre sus socios, préstamos y ahorros. Esto mejora la coordinación entre áreas, facilita la toma de decisiones y elimina la duplicación de esfuerzos.
l Reducción de costos administrativos: La tecnología optimiza los recursos disponibles, permitiendo a las cooperativas operar con menos personal administrativo y enfocarse en áreas estratégicas como la captación de socios y la creación de nuevos productos financieros.
l Cumplimiento eficiente de normativas: Las herramientas digitales basadas en inteligencia artificial pueden generar reportes automáticos que cumplen con los estrictos requisitos de la SBS, evitando sanciones y fortaleciendo la credibilidad de la cooperativa.
Estudios y casos de éxito en la región han demostrado que la implementación de herramientas tecnológicas modernas puede mejorar la eficiencia operativa de las cooperativas en un 25% a 40%.
El contraste entre las cooperativas más grandes y las más pequeñas es evidente. Mientras que las cooperativas de nivel 3 destinan solo 65.1% de sus ingresos a gastos operativos y registraron utilidades de S/733.5 millones en julio, las de nivel 2B (que destinaron el 95.1%) reportaron pérdidas por S/18.3 millones.
Esto evidencia que las cooperativas que invierten en tecnología para mejorar su eficiencia operativa pueden generar mayores márgenes de utilidad y mantenerse competitivas en el mercado.
La baja eficiencia operativa no es un problema insuperable, pero requiere un cambio de mentalidad en el sector. En lugar de ver la tecnología como un gasto, las cooperativas deben considerarla como una inversión estratégica que garantiza su sostenibilidad a largo plazo.