Por: Stefany Canaza (*)
Una empresa mantiene una estructura organizacional, en el cual la autoridad y sus trabajadores, mantienen funciones y responsabilidades que deben cumplirse para crecer y alcanzar los objetivos propuestos.
Existen dos tipos de empresas: las centralizadas y descentralizadas. La primera hace énfasis en que solo los superiores pueden tomar las decisiones sobre los empleados; mientras que, la segunda, a pesar de la supervisión de la alta dirección, permite a los gerentes de cada área presentar mayor autonomía y autoridad para decidir, y concretar los fines de la organización.
La “descentralización” hace la toma de decisiones más fácil, más cuando se debe solucionar un problema con rapidez. Para la Enciclopedia Concepto, productora de contenidos, este término tiene diversos tipos y son los siguientes:
Horizontal. Se reparte el poder entre áreas con el mismo nivel.
Vertical. El poder se delega y distribuye a entes secundarios.
Territorial. Se le otorga la toma de decisiones a un ente que decide sobre un territorio delimitado.
Funcional. Se consideran ciertas aptitudes de un determinado sector de actividad a una determinada área.
Macroeconómica. La repartición de poder, factores de producción, infraestructuras o recursos económicos se da hacia otros países y da como resultado el afianzamiento de administraciones regionales que adquieren autoridad económica y política.
Microeconómica. La responsabilidad de decisión se da entre distintas áreas y rangos de la compañía.
En ese sentido, Global Innovation Consulting (GIC), brinda información oculta que los sistemas convencionales no logran descifrar para solucionar cualquier dolor organizacional basado en un sistema llamado “Quantum business”. también reconocemos las ventajas que tienen las empresas descentralizadas. Por ejemplo, los empleados al tener mayor responsabilidad o autoridad sienten que forman parte de algo grande, saben cómo actuar ante una decisión importante, tienen mayor motivación y fomentan el aporte de ideas. También, se reduce la carga laboral de los superiores, por lo que podrán enfocarse en el crecimiento de la empresa y aprovechar nuevas oportunidades.
Si bien se notan los puntos positivos, también, hay desventajas pues parecerán ciertos inconvenientes al tratar de lidiar con varias opiniones, respecto a una decisión, y ello dificulta el mantener una misma perspectiva.
En conclusión, las empresas deben estudiar detalladamente qué tipo de estructura organizacional utilizarán. Si desean fomentar la innovación, generar mayor conocimiento para lograr manejar diferentes situaciones, obtener mayor motivación de los empleados, y expandir la empresa, sería ideal trasladarse a una estructura de negocios descentralizada. Finalmente, GIC recomienda a las compañías que empoderen a sus trabajadores y descentralizar las funciones de manera que se logre un trabajo más ágil y efectivo.