Las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) suelen utilizar la facturación electrónica para generar liquidez a través del factoring, pero, de acuerdo con Efact, existe otra alternativa que puede ser mucho más útil como forma de financiamiento: los créditos bancarios.
«La facturación electrónica es una herramienta que los bancos pueden tomar como referencia para evaluar la capacidad de pago de las MIPYME. Este sistema abre una puerta importante para que las empresas consigan financiamiento directo, y no solo a través del factoring, sino con distintos productos de capital de trabajo», explicó Kenneth Bengtsson, presidente ejecutivo de Efact.
Con el objetivo de impulsar el desarrollo del ecosistema empresarial del Perú, Efact, proveedor de facturación electrónica líder del mercado, firmó una alianza con Interbank para facilitar a la Pymes una evaluación 100% digital para el otorgamiento de un crédito en función a las ventas que registra.
El convenio promueve la utilización del sistema de facturación en los análisis de riesgo crediticio, permitiendo que las MIPYME demuestren que tienen clientes leales, además de proyecciones de ventas e ingresos que confirmen su capacidad de pago.
Factoring vs créditos
El factoring permite a las compañías vender sus facturas negociables para obtener liquidez.
Una limitante es que la entidad financiera que compra la factura no evalúa el historial crediticio de la empresa que vende el documento contable, sino del deudor. Por ello, casi el 100% de las facturas electrónicas que acceden a financiamiento tienen como adquirientes a las grandes empresas, que tienen una capacidad de pago indudable. Estos comprobantes representan menos del 2% de todos los que podrían ser negociados.
En un crédito bancario sucede lo contrario. La entidad evalúa la capacidad de pago de la MIPYME y de nadie más. Aquí es donde el sistema de facturación electrónica juega un papel clave, pues contribuye a mostrar información veraz sobre las finanzas de la compañía y así poder acceder a mejores oportunidades de financiamiento por capital de trabajo, según Efact.
«Al tratarse de un registro fidedigno de su actividad comercial, las organizaciones pueden utilizar la facturación electrónica como una herramienta para demostrar ante las entidades crediticias quiénes son sus clientes y si son leales, a cuánto ascienden sus ventas, sus principales productos, tendencias del mercado y todo tipo de data que contribuya a demostrar que una compañía es un buen pagador», subrayó Bengtsson.
Aquí es donde cobra mayor relevancia la alianza establecida entre Interbank y Efact, que continúa afianzándose como institución líder de facturación electrónica, comprometida con brindar nuevas y mejores soluciones para los negocios.