El autoalmacenamiento es una tendencia que se extiende cada vez más en todo el mundo. Las personas lo utilizan como solución de guardado para los objetos más variados. ¿Qué es lo más extraño que se puede encontrar en estos espacios?
Las unidades de almacenamiento tienen una demanda enorme en Estados Unidos, tal es así que existen más edificios de Self-Storage que locales de Starbucks y McDonald’s juntos en todo el país. Para el estilo de vida de las grandes ciudades, con tendencias migratorias frenéticas y las viviendas cada vez más pequeñas, contar con un espacio para guardar objetos que no se quieren perder es una necesidad para muchas familias.
“Las mudanzas por trabajo o por estudios son uno de los principales motivos para alquilar bauleras, las personas no quieren perder sus objetos personales y necesitan guardarlos. También sirven de resguardo para objetos de temporada, como piletas de lona, inflables, incluso vehículos acuáticos, o ropa de abrigo y acolchados. Algunos dejan, colecciones completas y cosas antiguos con un valor incalculable, cada baulera es un mundo”, señala Marcos Victorica, emprendedor argentino, CEO de BAS Storage y creador del concepto “Condo Storage” para la subdivisión de las unidades.
Más allá del show, como se ve en los realities, cuando una unidad es abandonada por más de un mes, el dueño puede “cobrarse” la falta de pago con el contenido de la unidad. En otros casos, las bauleras se rematan y se destina el dinero a obras benéficas, como es el caso del proyecto “Charity Storage”. La realidad es que muchas veces esconden tesoros muy valiosos, y estos son algunos ejemplos de ello:
1. Colecciones completas
Los coleccionistas son de las personas que más espacio demandan para guardar la gran cantidad de piezas que componen una colección. En este caso, se han encontrado colecciones de lo más simple, como revistas, historietas, figuras de acción, discos; hasta otras más sorprendentes, como lámparas antiguas, relojes cucú, vehículos o barcos a escala e incluso colecciones de objetos “para adultos”.
2. Antigüedades
Las antigüedades son un clásico del almacenamiento, objetos que pueden llegar a ser muy valiosos por su calidad o por su valor emotivo. Muebles, pinturas, electrodomésticos que ya no se utilizan, como radios o tocadiscos o juegos de mesa componen la larga lista de objetos que pertenecieron a la familia de generación en generación y que nadie quiere “desechar”.
3. Instrumentos musicales
Por herencia familiar o por una vocación perdida en el tiempo, muchos instrumentos musicales terminan almacenados en un storage, desde pianos de cola hasta violonchelos o equipos completos de percusión, que ocupan mucho espacio en el hogar.
4. Atracciones de ferias desmontadas
Por loco que parezca, las grandes atracciones de parques de diversiones o circos pueden caber en un storage, si son correctamente desmontadas y ordenadas. Bien ubicada, una montaña rusa de hasta 50 metros puede entrar en una baulera.
- Esqueletos de animales
Galerías y museos utilizan los espacios de almacenamiento para guardar las exposiciones temporales, por lo que es común que se almacenen esculturas, reliquias, sarcófagos. Pero una de las cosas más sorprendentes que pueden llegar a encontrarse son esqueletos enteros de animales prehistóricos, como un tiranosaurio rex, aunque se trate solo de réplicas.
- Obras de arte
Muchas personas llegan a desconocer el valor de algunas de las obras que tienen en sus casas o las de familiares mayores. Muchas de ellas terminan almacenadas en una baulera, escondiendo un valor enorme, como cuadros, esculturas o incluso libros antiguos.
- Objetos autografiados por celebridades
Por último, los objetos cuyo valor trasciende lo normal por tener la firma de celebridades, actores, cantantes, deportistas, etc. Algunos de los objetos mejor valuados encontrados en Self-Storage fueron pelotas o zapatillas autografiadas por jugadores de la NBA, camisetas de fútbol, ropa de artistas musicales, entre otras piezas.