“El bienestar integral no es un gasto, sino una inversión en el futuro de las personas y las organizaciones. Las empresas llegan a ser lo que son gracias a las personas”, indicó Macarena Molina.
Una destacada participación tuvo la Líder de Talento y Cultura de Defontana, Macarena Molina, en el reciente EtMday 2024, el evento más grande de networking en Latinoamérica, donde ideas innovadoras, líderes de la industria y grandes oportunidades de negocio se conectan.
En la ocasión, la especialista se refirió al bienestar integral y la mejor manera de diseñar políticas diversas e inclusivas que impacten positivamente en las personas que conforman los equipos organizacionales. “Vivir bien significa cuidar distintos aspectos de la vida, como la salud mental y física, las relaciones con los otros, a qué se dedica el tiempo libre o cómo se manejan las finanzas. Y, por supuesto, un aspecto muy importante, es el trabajo, donde pasamos gran parte del tiempo”, comentó.
En efecto, según la OMS, las personas dedicamos la tercera parte del día a labores relacionadas con el trabajo. En Chile, son 11 horas diarias, incluyendo traslados. No obstante, más allá del tiempo, es importante por su impacto en la vida de las personas. “Desde las áreas de Recursos Humanos tenemos que preguntarnos cómo podemos contribuir al bienestar integral de nuestros colaboradores e impactar positivamente a través de una política de bienestar, considerando que las personas son el corazón de una empresa”, explicó Macarena Molina.
De acuerdo a la Líder de Talento y Cultura, es crucial entender las necesidades de las personas en el contexto de sus diferencias y expectativas, ya que las empresas reúnen personas de distintas generaciones con variados aspectos a tener en cuenta. Así, la clave está en políticas de bienestar integral que contemplen lo físico, emocional, social y financiero, los cuatro pilares fundamentales. “Pero aquí también surge la importancia de un compromiso genuino de las empresas de apoyar a sus colaboradores de manera integral. No es fácil llevarlo a cabo, pero se puede”, afirmó.
Al respecto, la ejecutiva reveló un enfoque práctico de cuatro “B”:
1.- Buscar información (conocer las necesidades y expectativas de los colaboradores).
2.- Base de datos clave y actualizada que ayude a tomar decisiones informadas.
3.- Bienestar con propósito.
4.- Buscar mejoras, evaluar y ajustar constantemente las políticas para asegurar que realmente funcionen.
“Transformar el bienestar en una estrategia clave es una oportunidad para que las empresas puedan mejorar su clima laboral y de esa manera, su productividad y cumplimiento de metas. Las personas son lo más importarte en las empresas. Podemos tener la mejor tecnología e innovación, las mejores herramientas, pero sin las personas, las empresas no funcionan”, concluyó Macarena Molina.