El procedimiento de extinción de una sociedad tiene una duración aproximada de 8 meses
Muchas empresas extranjeras deciden iniciar operaciones en el Perú con el fin de desarrollar determinados proyectos o iniciar negocios específicos en el mercado peruano. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informó que se crearon 70.547 empresas en el cuarto trimestre del 2018; asimismo, 45.052 compañías decidieron cesar sus operaciones en el país.
En algunos casos se van concluyendo las oportunidades de negocio, es decir, sin mayores proyectos a desarrollar o el core business de la sociedad no funciona, siendo una situación complicada para la organización. Ante este panorama, la mayoría de inversionistas decide tomar la decisión de extinguir su subsidiaria peruana.
“En principio, se deberá tener en consideración que, para efectos que una empresa se extinga, debe cumplir con un procedimiento que cuenta con 3 etapas: disolución, liquidación y extinción. Dichas etapas son graduales, no pudiendo iniciarse una de ellas sin la conclusión de la anterior”, precisó Miluska Rosales Escriba, Asesora legal de BDO en Perú.
Cabe precisar que el procedimiento integral dura aproximadamente 8 meses, siempre que la organización adopte los acuerdos necesarios de forma oportuna, y cada colaborador involucrado, entre ellos los abogados, contadores y liquidador, cumplan su rol diligentemente.
Etapas del cierre definitivo de una empresa
Para cerrar definitivamente una empresa, se necesita cumplir un procedimiento legal que incluye gestiones y plazos. A continuación, la especialista de BDO, expone los pasos a seguir:
Disolución:
Conforme a la Ley General de Sociedades, existen determinadas causales que conllevan a la disolución de una sociedad. Esta se podría iniciar por acuerdo de la Junta General de Accionistas o socios. Para tal efecto, se debe redactar el Acta de Junta General de Accionistas o Socios, en la que se acuerde la Disolución y publicarla en el diario Oficial El Peruano, dentro de los 10 días de adoptado el referido acuerdo, por 3 veces consecutivas. Lo mencionado, a fin de que los posibles acreedores de la empresa tomen conocimiento que la misma se encuentra en proceso de disolución.
Enseguida, se procede a solicitar la inscripción de la disolución ante la SUNARP, dentro de los 10 días de efectuada la última publicación. La entidad del estado es estricta en cuanto al cumplimiento de los plazos establecidos en la normativa; por lo cual, si las publicaciones no se realizan en los plazos indicados, el Registrador Público observará dicha solicitud y deberá celebrarse nuevamente el acuerdo de disolución.
Liquidación:
El liquidador, junto con los contadores de la sociedad, será el encargado de que los estados financieros de la sociedad, exactamente el estado de situación financiera y el estado de resultados, se encuentren en 0. En esta etapa la sociedad debe cumplir con el pago de sus deudas, cobrar todas sus acreencias y distribuir el haber social entre los accionistas o socios, de ser el caso y según corresponda.
Extinción:
Efectuada la distribución del haber social, la extinción de la sociedad se inscribe en SUNARP; siendo esta la etapa más sencilla del procedimiento integral en tanto es procedimental.
Finalmente, corresponderá solicitar a SUNAT, “la Baja Definitiva del Registro Único de Contribuyentes (RUC)”; siendo que la resolución aprobatoria correspondiente será expedida en un plazo máximo de 45 días hábiles.
Miluska Rosales Escriba, Asesora legal de BDO en Perú, indica que la Ley General de Sociedades permite revocar el acuerdo de disolución voluntaria, a fin que la sociedad continúe con sus actividades comerciales; ello siempre que la sociedad no haya iniciado la distribución de su haber social. Inscrita la revocatoria del acuerdo de disolución, se deberá comunicar ante la SUNAT, a fin de revertir las acciones adoptadas, como es el caso de la modificación de su razón social, revocatoria de liquidador, entre otros.
SOBRE BDO
BDO es una organización global de auditoría y consultoría, considerada entre las cinco más importantes a nivel mundial. Cuenta con una experiencia de 55 años y tiene más de 1 500 oficinas, localizadas en 162 países, en los 6 continentes.
Creada en 1963, en Europa, adopta el nombre de BDO por sus socios fundadores Binder, Djiker y Otte; reconocidos auditores que fueron claves en la expansión de la firma en el mundo. Desde entonces, el equipo de BDO ofrece un asesoramiento especializado y riguroso para dar respuesta a los requerimientos cada vez más exigentes e innovadores en distintos sectores económicos y mercados mundiales.
BDO trabaja con compañías que operan localmente, empresas familiares, instituciones del sector público, negocios con proyección de crecimiento y organizaciones globalizadas con presencia internacional.