- Evento fue organizado por Hombro a Hombro y la iniciativa Connecting Business (CBi, por sus siglas en inglés)
- Participantes compartieron experiencias de Filipinas y de México antes desastres de gran magnitud
- Asistentes concluyeron que es urgente comenzar a trabajar en un plan de recuperación nacional conjunto entre los sectores público y privado
La diversidad geográfica de Perú lo hace propenso a los peligros naturales, como terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra, actividad volcánica, etc. Si hoy ocurriera un gran terremoto en la costa central del Perú, como pronostica el Instituto Geofísico del Perú para cualquier momento, ¿estamos preparados para el día siguiente? Es muy probable que la ciudad afectada por el sismo no cuente con comunicación telefónica, que tengamos una ciudad destruida, sin servicios básicos, que haya saqueos y que los sistemas de salud colapsen por la gran cantidad de heridos.
La comunidad empresarial peruana desempeña un papel fundamental a la hora de conseguir que las comunidades se preparen mejor ante catástrofes como un gran terremoto. La colaboración con el sector privado para la resiliencia ante los desastres es una propuesta en la que todos ganan.
La asociación civil Hombro a Hombro, y la iniciativa Connecting Business (CBi, por sus siglas en inglés), entidad que recibe el apoyo la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), convocaron a más de 100 empresarios y miembros de diversas entidades públicas y privadas con el fin de involucrar a la comunidad empresarial para que se prepare para la recuperación; generar una agenda común para la participación significativa del sector privado peruano referente a la preparación, respuesta y recuperación de desastres; y, celebrar la incorporación de Hombro a Hombro como Red Miembro de CBi en el Perú.
“Sabemos que las empresas tienen sus planes de contingencia ante cualquier desastre, pero es importante que haya un plan conjunto de recuperación que nos permita actuar rápido cuando ocurra el terrible terremoto que se espera por el silencio sísmico de más de 200 años”, comentó Juan Manuel Arribas, director ejecutivo de Hombro a Hombro.
El evento contó con la participación de tres miembros del CBi, entidad que apoya al sector privado antes, durante y después de algún desastre. Rhiza Nery, Coordinadora Especialista en Redes, explicó el alcance de la labor del CBi globalmente, y de qué manera el Perú se beneficia de pertenecer a esta red, a través de Hombro a Hombro. Durante el panel, mencionó los principales retos a los que se enfrenta una organización como la suya en los diversos países donde opera, ante la ocurrencia de una emergencia.
Por su parte, Elisa Trujillo, Directora General del Centro Nacional de Apoyo para Contingencias Epidemiológicas y Desastres – CENACED de México, red miembro de CBi, señaló que las empresas deben ver este tema como parte importante de su negocio, en la medida en que un gran desastre afectará directamente sus operaciones. Ella resaltó la importancia de un trabajo coordinado entre diferentes entidades del estado con el sector privado.
Butch Meily, Presidente de la Fundación de Resiliencia ante Desastres de Filipinas, que quizá sea la red miembro de CBi más sólida y experta del mundo para enfrentar desastres, señaló que todos los sectores tienen un papel que cumplir para asegurar una respuesta eficaz a terremotos. Dio como ejemplo a una empresa minera que envió mineros para ayudar a excavar heridos cuando colapsó un centro comercial en un terremoto que ocurrió en 2019.
También hicieron uso de la palabra un representante del INDECI, ente rector cuando ocurren desastres en el país, y de las Fuerzas Armadas, institución que cumple un rol fundamental también para garantizar la seguridad de la población y para llevar ayuda humanitaria a través de sus miembros a nivel nacional.
Luego de las intervenciones y del panel de discusión, en el que también estuvo representado el sector privado en la persona de Maria Julia Aybar, VP y Gerente General de Perú LNG, se produjeron las siguientes conclusiones:
- Un posible terremoto 8.8 grados dejaría un aproximado de 110 mil muertos y millones de heridos. La respuesta, sea del Estado o del privado, va a demorar días. Por eso, es primordial promover una cultura de preparación en la población, asegurando no solo una buena comunicación sino la implementación de nuevos hábitos.
- Existe una gran disposición y preocupación tanto del sector privado como el Estado para poder preparar a la población y así saber qué hacer ante un inminente terremoto de 8.8. Sin embargo, se necesita una interacción y coordinación activa entre éstos para comenzar a trabajar en el Plan de Recuperación Nacional de Emergencia.
- Apostar por la preparación en las empresas es una inversión invaluable a nivel de vida y de negocios. Una estrategia de respuesta rápida solo podrá ser aplicada si el sector privado tiene un plan coordinado de recuperación.
Queda como tarea pendiente que el sector privado participe activamente en la elaboración de un PLAN DE RECUPERACIÓN NACIONAL, que considere todos los aspectos críticos para actuar inmediatamente de ocurrido un sismo de gran magnitud. Este evento equivale a colocar la primera piedra de ese plan al haber iniciado la discusión y reflexión al respecto, pero hay mucho trabajo por hacer.