Este proyecto hidro energético tiene como objetivo transformar áreas desérticas en terrenos agrícolas productivos, contribuyendo al desarrollo económico y social de la región.
En el sur de Perú, se encuentra un ambicioso megaproyecto, cuya planificación y construcción comenzó hace más de 50 años, y permanece suspendido desde 2017, a pesar de haber absorbido más de USD 650 millones en inversión. Originalmente esta para promover el desarrollo agrícola y económico de la región, pero ha enfrentado diversos obstáculos técnicos, financieros y administrativos que han impedido su finalización, postergando así los beneficios prometidos para miles de personas.
El Proyecto Especial Majes Siguas II, iniciado el 3 de octubre de 1971 fue diseñada para dinamizar la economía del sur de Perú mediante el desarrollo agrícola y energético. Sin embargo, lleva paralizado desde diciembre de 2017 debido a una serie de controversias entre la empresa concesionaria Angostura Siguas S.A., representada por Cobra, y el Gobierno Regional de Arequipa. Entre los conflictos destacan la falta de respaldo financiero adecuado por parte del Estado peruano, incumplimientos en los plazos de entrega, y desacuerdos sobre modificaciones en el contrato original.
Lo que ha generado que Cobra inicie un proceso de arbitraje internacional ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), lo que podría prolongar la paralización hasta tres años más. La firma de adendas y la renegociación de términos no han logrado desbloquear el proyecto, incrementando los costos y sumando retrasos en la reanudación de las obras.
Desde sus inicios el proyecto ha experimentado incrementos significativos en su costo, pues inicialmente, en 2010, se estimó una inversión de aproximadamente USD 404 millones. En 2022 el costo se elevó a alrededor de USD 655 millones.