- El exdirector del IIMP atribuyó este descenso a la publicación del Decreto Supremo N°042-2017 que afecta la actividad de exploración en el país.
En el marco del Simposio XV Encuentro Internacional de Minería, Miguel Cardozo, exdirector del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y presidente de Alturas Mineral Corp., alertó sobre la persistencia de la crisis de minerales a nivel mundial desde el 2010, con una excepción preocupante para el Perú, donde la situación no muestra signos de mejora. «Nosotros seguimos bajando», sentenció Cardozo durante su intervención.
El especialista destacó que, a diferencia de la tendencia global, la inversión en exploración minera en Perú ha experimentado un declive negativo durante el periodo de 2017-2023.
Mientras que a nivel global la exploración aumentó un 61%, en Perú se registró una disminución del 3%. El exdirector del IIMP atribuyó este descenso a una norma regulatoria (Decreto Supremo N°042-2017) que afecta la actividad de exploración en el país.
«En el 2017 se publicó una norma que regula todos los permisos ambientales en exploración. Ha sido el peor golpe y desastre para los exploradores», comentó Cardozo, subrayando los desafíos adicionales generados por un incremento significativo en las regulaciones y entidades involucradas en el proceso.
En cuanto al estado de la exploración, Cardozo destacó que, de cada 1,000 exploraciones, solo 1 se convertirá en mina, lo que subraya la importancia de proteger las normativas y facilitar el proceso para aprovechar las oportunidades en el sector.
Transición energética
En una entrevista posterior a RPP Noticias, Cardozo enfatizó la importancia del cobre en la transición energética, describiéndolo como el metal más crucial debido a su carácter transversal en diversas industrias. «El cobre es dueño y señor de este escenario», afirmó.
Cardozo también señaló la creciente competencia global por los recursos minerales, con el oro como un refugio seguro para los inversores en medio de la incertidumbre.
Además, destacó la relevancia de aprovechar las tendencias del mercado y la ubicación estratégica de Perú para capitalizar el «super siglo de los metales» que se espera hasta el 2050, instando a no dejar pasar las oportunidades históricas que se presentan en el sector minero.