- Pensar en tener una cultura de modernización de legados y tener destinada una inversión para esto, es fundamental para sostener la operación de una organización.
- Actualizar o mejorar los sistemas informáticos y aplicaciones que fueron desarrollados en tecnologías antiguas es clave para cumplir con las necesidades actuales de una organización.
Los sistemas legados o tradicionales se entienden como los sistemas informáticos que han tenido un funcionamiento prolongado y que pueden haber quedado obsoletos en términos de tecnología y eficiencia, por sus ciclos de vida. Actualmente, una gran parte de las empresas bancarias de la región aún cuentan con tecnología heredada o, en palabras más claras, tecnología tradicional y antigua. Esto trae como consecuencia un impacto directo en el servicio al cliente y una desventaja notable con la competencia de cada empresa. El gran desafío para las empresas peruanas es entonces, modernizar sus sistemas heredados para soportar la transformación digital de su negocio.
“En Sensedia estudiamos los sistemas legados de las empresas y los ayudamos a que estos sistemas se transformen. Es importante partir de un análisis y hacer esta transición de manera continua, siguiendo un plan o estrategia que puede empezar rompiendo los monolitos, dependiendo del caso de la compañía, de ahí crear módulos y finalmente ejecutar una estrategia de arquitectura de microservicios. Esto, sin duda, ayudará a las empresas peruanas a ser más ágiles y dinámicas, creando un contexto donde la tecnología se convierta en un habilitador y no en un opositor de las áreas de negocio ”, afirmó Jose Gómez, Country Manager para Perú y Colombia de Sensedia, empresa considerada el principal habilitador tecnológico del Open Finance en Latinoamérica
Uno de los componentes que necesitan las empresas peruanas es tener una estrategia de modernización continua que les va a permitir remover o sustituir programas que generen obstáculos en el negocio por alguna condición del sistema tradicional. Adicional a esto, hay que priorizar los puntos de fricción más graves y hay que establecer una cultura de modernización con los equipos ya capacitados en productos y plataformas.
Por último, la definición de su modelo de negocio, más sus productos digitales tienen que estar apalancados de una estrategia de microservicios que le permita atender las diferentes capacidades de negocio de manera exitosa y se evite la ineficiencia operativa, la vulnerabilidad en seguridad, las limitaciones de integración y los costos elevados por la limitación de funciones que trae un sistema tradicional.