- El padre de Rebeca Escribens, conductora de América Espectáculos e influencer, cuenta su historia con el vehículo que lo acompaña desde hace 30 años.
Seguridad, confort y durabilidad. Son las 3 palabras con las que Jorge Escribens, padre de la conductora de televisión Rebeca Escribens, describe a su Nissan Fiera del año 1987 que, ahora, se encuentra totalmente restaurada para seguir construyendo más anécdotas junto a él.
“Cuando la compré no imaginé que me iba a durar tanto. Fue mejor de lo que esperaba. No molestaba nunca y, lo más importante, jamás me dejó botado. La llegué a conocer tanto, que cualquier falla que le veía, sabía lo que era”, relata Escribens de 85 años sobre la conexión que tiene con su vehículo.
En diciembre del año pasado, las hijas de Jorge decidieron restaurar la camioneta de su padre, después de tres décadas juntos y de ser un elemento importante para la familia, las hermanas Escribens acudieron a Nissan para que el “juguete” de su papá, como le llama Cecilia, quedara como nuevo.
“Para nosotros ha sido una experiencia muy linda poder brindarles todo el soporte con esta restauración. Ver la sonrisa de Jorge y saber que es un Nissan Lover es una gran recompensa. Además, esta Pickup Nissan es la prueba más tangible de la durabilidad que tiene nuestra marca. No cualquier vehículo resiste más de 30 años y está como nuevo”, contó Jaime Obreros, director de Marketing de Nissan.
Para las hermanas Escribens, esta camioneta, que tiene más de 600 mil kilómetros de recorrido por todo el Perú, es un patrimonio familiar. Cada una tiene una anécdota que la recordará para siempre; para Rebeca siempre será el vehículo que la ayudaba a escapar con su hermana para salir con sus amigas y en el que podían confiar porque nunca las dejaría botadas.
“Mi papá siempre recuerda cuando nos llevábamos su camioneta a escondidas. Salíamos en la noche y nos íbamos con nuestros amigos. Como vivíamos cerca del aeropuerto, yo esperaba que pasara un avión para que no se escuche cuando abría la cochera y entrábamos con el carro”, recordó Rebeca.
Para Cecilia en cambio, la Nissan Fiera siempre fue un reto: “A mí la camioneta me pareció majestuosa, grande, pero sentía que no la podía manejar. Sin embargo, para mi papá, creo que su Nissan Fiera es la única que lo ha aguantado. Y el hecho de saber que lo ha acompañado en momentos tan importantes y sobre todo de trabajo, es el mejor recuerdo que puedo tener de ella”.
Entre sonrisas, bromas y anécdotas, Jorge recibió a su renovada Nissan Fiera, su camioneta blanca intocable por cualquier mecánico, que iba periódicamente al mantenimiento y que será su compañera eterna porque “como les he dicho a mis hijas, esta camioneta se queda conmigo”.