Normalización de productos genera crecimiento, seguridad, garantiza calidad y nuevos mercados

Si no hubieran normas, todo sería un caos. Casi todo en el planeta está ajustado a las normas internacionales que permiten que los productos y servicios que necesitamos brinden seguridad y calidad, esto hace posible que las cosas funcionen prácticamente de manera uniforme en un mundo globalizado.  En mérito a este esfuerzo por unificar normas, cada año se celebra el 14 de octubre, el Día Mundial de la Normalización.

«Si no se hubiera trabajado para uniformizar los conectores de celular, hoy no podríamos cargar con facilidad nuestros teléfonos. Antes cada marca tenía una forma distinta de hacerlo, pero gracias a las normas y el consenso entre los expertos que formulan las normas internacionales, hay uniformidad para que su uso y aplicación sea universal», comentó Orlando Ardito, Gerente General de la  Asociación Gremial de Empresas Internacionales de Productos Eléctricos del Perú (EPEI-Perú).

Las normas son esenciales para el desarrollo y crecimiento de la industria, también dinamiza el comercio, independientemente de lo económico-financiero. Según un estudio del Departamento de Comercio de EE.UU. señala que más del 80% del comercio mundial se basa en normas, de igual manera, se estima que en países de Europa la normalización contribuye entre el 1% y 2% del PBI.

Entre los objetivos de la normalización están: simplificación, eliminación de barreras comerciales, protección de los intereses de los consumidores, seguridad, salud y protección. Asimismo, ayudan a crear nuevos productos y servicios además de acelerar la puesta en el mercado; facilitan la aceptación de nuevas soluciones innovadoras; brinda seguridad y genera confianza en las personas; mejora la calidad y competitividad de productos y servicios; ayuda a la competitividad de la industria, entre otras ventajas.

La normalización desde la perspectiva del sector de productos eléctricos resulta crucial para esta industria que se ve enfrentada a la venta de productos ilegales o subestándares, la cual representa el 70% de la comercialización en el mercado peruano, precisó el representante de EPEI-Perú.

«Esta cifra no solo impacta en las empresas formales y afecta la economía peruana, sino también, a la seguridad que tienen derecho los consumidores que confían en la calidad de los productos que siguen la normas internacionales y que se ven afectados por la falsificación. Por eso, tener normas fuertes permiten regulaciones fuerte, esa es una de las maneras de enfrentar la informalidad en el sector de productos eléctricos», indicó Ardito.

Es por ello que el Perú, como miembro pleno de la Comisión Internacional de Electrotecnia (IEC), organización líder en el mundo para la preparación y publicación de las normas internacionales para todas las tecnologías eléctricas, electrónicas, así como aquellas relacionadas a la generación, transmisión, distribución, gestión y eficiencia de la energía y las energías renovables, participará en las decisiones internacionales de la próxima reunión virtual de este organismo a desarrollarse en Ginebra.