La incertidumbre global que existe sobre el cumplimiento de ODS para el 2030, solo podrá ser mitigada con el compromiso global de gobiernos, industria y usuarios de una transición energética que este complementada por uso responsable de la energía y la incorporación de marcos normativos que apoyen la descarbonización y permitan el acceso a energía de los hogares que aún no la tienen.
En múltiples espacios, la transición energética se plantea como una solución que permitirá hacer frente al cambio climático, y si bien es cierto que con la incorporación de tecnologías renovables y de captura de carbono podemos lograr que nuestro planeta continúe siendo habitable para las generaciones venideras, existen muchos otros factores que inciden alrededor de la transición energética, la regulación, la financiación, el avance con el que se desarrollan y se apropian nuevas tecnologías y la digitalización como herramienta para hacer que todo lo anterior funcione de la forma más eficiente.
Y es que, para lograr una transición energética óptima en precios, recursos y funcionamiento, la digitalización del sector eléctrico juega un papel central y este gira en torno a que, sólo con una transformación energética más digital lograremos un mercado eléctrico con mayor información para tomar decisiones que optimicen el consumo de la energía que generamos en tiempo real, buscando un mercado eléctrico, ciberseguro que garantice la seguridad y la soberanía de datos; y es aquí cuando surge la urgente necesidad de continuar apoyando la inversión en infraestructura energética digital.
Esta digitalización, no solo debe ser del mercado eléctrico, de los hogares y de la industria, sino también de nosotros mismos nuestros patrones de consumo y nuestra visión de un mundo más digital, para nadie es un secreto que la digitalización a nivel global avanza cada día con más rapidez, mucho más rápido de lo que posiblemente avanza nuestra regulación y nuestro propio ritmo de aprendizaje. Donde definitivamente es nuestra responsabilidad como usuarios, encontrar las herramientas que nos permitan utilizar mejor cada kilovatio que nos genera en el presente y en el futuro esa transición energética que estamos viviendo a nivel mundial.
“La real transición energética, no solo ocurre en los grandes centros de generación o en los de generación distribuida, ocurre en nosotros como usuarios aprendiendo como sacar provecho de la migración hacia fuentes más amigables con el planeta a partir de nuestros patrones de consumo, que solo podemos conocer y modular exitosamente de la mano con la digitalización de nuestro entorno” afirma Katharina Grosso, líder de negocios de transición energética y energías renovables para el clúster andino en Schneider Electric.
La transición energética nos permite migrar a fuentes de generación más amigables con el medio ambiente pero solo está acompañada de una transición digital puede permitir un verdadero uso óptimo de la energía generada y una integración de los sistemas eléctricos y de consumo que permita una operación eficiente, optima en costos y que nos genere la suficiente data para tomar no solo decisiones de consumo sino de política pública.
De aquí la importancia de las Smart meters para aprovechar de la mejor manera esta generación de energía renovable y lograr una medición más exacta del consumo eléctrico, de los algoritmos en big data apoyan la transición con hogares inteligentes y sostenibles, y en general toda la digitalización de los sistemas de información desde la generación, la transmisión, distribución, almacenamiento y comercialización de la energía de forma rápida o automática y es en este contexto que el big data, el aprendizaje automático (machine learning) y la inteligencia artificial (IA), se convierten en una gran oportunidad de llevar el sector energético a dar un aporte coyuntural a la descarbonización de nuestro planeta.
Es por esto que, en Schneider Electric, nos convertimos en líderes en digitalización para la sostenibilidad y la eficiencia energética y hemos entendido que la tecnología y la digitalización es una de las herramientas aliadas empoderar a las empresas y hogares en la toma de sus decisiones de consumo.
Si bien algunas tecnologías de generación siguen en desarrollo y están iniciando un camino a la materialidad de la generación a gran escala como el hidrógeno verde o la captura de carbono, la urgencia que existe para el cumplimiento de los objetivos para el 20230 solo podrán ser cumplidos, si se desarrollan procesos eficientes de consumo de energía.
La eficiencia en el consumo en la transformación energética se une a la transformación digital de los procesos, de las industrias, de las redes de distribución y transmisión, de los usuarios y de las mismas plantas de generación.
“En Schneider Electric todas nuestras líneas se enfocan en reducir los costos, en automatizar procesos y optimizar resultados. Porque la transición energética no solo debe ocurrir en los grandes puntos de generación debe ocurrir en los hogares y la industria, y nuestro propósito como compañía es ser el partner que capacite a todos para aprovechar al máximo nuestra energía y recursos, tendiendo puentes entre el progreso y la sostenibilidad para todos” concluye Katharina.