El comercio internacional se ve cada vez más afectado por medidas proteccionistas, boicots económicos y dificultades para proteger las rutas comerciales críticas. Para mitigar los riesgos, las empresas pueden diversificar sus socios comerciales y adquirir experiencia interna en la gestión de amenazas geopolíticas.
En un entorno económico global definido por la incertidumbre y los cambios rápidos, las empresas españolas que operan internacionalmente se enfrentan a importantes retos para asegurar su rentabilidad y estabilidad financiera. En este contexto, iBanFirst, proveedor líder de servicios de cambio de divisas y pagos internacionales para empresas, analiza cómo comprender y gestionar mejor los riesgos cambiarios en el año que comienza.
Principales tendencias macroeconómicas a tener en cuenta en 2025
La volatilidad de los mercados seguirá siendo elevada
Los bancos centrales están ajustando sus políticas monetarias en función de indicadores económicos como la inflación, el crecimiento económico y el empleo, en lugar de seguir un calendario fijo. Aunque este enfoque parece positivo, también aporta una gran volatilidad al mercado de divisas, lo que puede provocar fuertes fluctuaciones de los tipos de cambio, complicando la planificación y las previsiones financieras de las empresas. Los analistas también predicen que los recortes de los tipos de interés en 2025 serán más moderados que en anteriores ciclos de relajación, ya que la ausencia de recesión no requiere medidas drásticas.
Aumentan los ataques al comercio internacional
El libre comercio se ve cada vez más afectado por políticas proteccionistas, boicots económicos y obstáculos para asegurar las rutas comerciales esenciales. Aproximadamente un tercio de los países del mundo, incluido el 60% de las naciones en desarrollo, están sometidos a sanciones económicas impuestas por Estados Unidos, a un nivel sin precedentes. Los bloqueos en puntos comerciales clave, como el estrecho de Formosa, donde China y Taiwán están en conflicto, o el estrecho de Bab El Mandeb, en el Mar Rojo, afectado por conflictos regionales, plantean grandes riesgos para el crecimiento económico mundial.
Para mitigar estos retos, las empresas pueden diversificar sus socios comerciales y mejorar su experiencia interna en la gestión de riesgos geopolíticos.
La zona euro crece lentamente, pero las economías desarrolladas no corren riesgo de recesión
La zona euro experimenta un crecimiento modesto, en torno al 1%, debido a la escasa flexibilidad de la política monetaria y al estancamiento de Alemania, pilar de la economía europea. Esta situación podría afectar negativamente a las exportaciones españolas en los mercados europeos. Sin embargo, los analistas consideran improbable una recesión en las economías desarrolladas, ya que el crecimiento de los salarios reales, la flexibilización gradual de las políticas monetarias restrictivas, y las políticas fiscales expansivas, especialmente en EE.UU., respaldan la actividad económica mundial. Se espera que Estados Unidos supere las tasas de crecimiento mundial en los próximos años.
«A medida que persista la volatilidad y el proteccionismo mundial en 2025 y los boicots económicos remodelen el comercio internacional, las empresas españolas de importación y exportación deberán dar prioridad a una sólida gestión del riesgo cambiario, y a la diversificación de los mercados. Un enfoque estratégico de la cobertura, combinado con un estrecho seguimiento de las tendencias macroeconómicas, será esencial para proteger a las empresas de las fluctuaciones monetarias y fomentar la estabilidad en sus alianzas globales», dijo Luis Miguel García de Águeda, Country Manager para España de iBanFirst.
Previsiones monetarias para 2025
Ligera subida del par EUR/USD
En 2025, el tipo de cambio EUR/USD podría alcanzar un máximo de 1,05, impulsado principalmente por factores externos. A medida que disminuya la inflación en EE.UU. y la Reserva Federal suavice sus políticas monetarias, se espera que caiga el rendimiento de los bonos estadounidenses, lo que impulsará a los fondos especulativos a trasladar sus inversiones del dólar al euro. Sin embargo, es posible que este aumento no sea totalmente sostenible. Se espera que el dólar se mantenga fuerte en 2025 y más allá, apuntalado por el sólido desempeño económico de Estados Unidos y el atractivo continuo del mercado bursátil estadounidense. Aunque Donald Trump es partidario de un dólar más débil, sus aranceles podrían impulsar involuntariamente su valor al reducir los volúmenes de importación, lo que a su vez disminuye la demanda de divisas.