Perú alcanzó 27 años consecutivos con una tasa de inflación de un solo dígito, la primera vez en que se consigue un período de tiempo tan extenso de estabilidad monetaria.
En febrero de 1997, la inflación anualizada alcanzó la tasa de 9,4 por ciento, dejando atrás un largo período en el que los precios aumentaban a tasas anuales de dos, tres y hasta cuatro dígitos durante la hiperinflación.
Por ejemplo, entre agosto de 1987 y agosto de 1990, la tasa de inflación acumulada fue de 3,5 millones por ciento; mientras que, en las últimas dos décadas, la inflación promedio anual ha disminuido a una cifra alrededor de 3 por ciento.
Esta mejora se logró debido a una importante transformación en la política monetaria. La reforma de principios de los noventa dotó al Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) de autonomía constitucional dentro de su Ley Orgánica que hizo que enfocara su objetivo en la estabilidad monetaria.
Con el nuevo milenio, la política monetaria experimentó una modernización que la equipara con los principales bancos centrales del mundo. En 2002, implementó el Esquema de Metas Explícitas de Inflación (MEI), fijando desde 2007 un rango objetivo entre 1 y 3 por ciento, lo que permite anclar las expectativas inflacionarias de los agentes económicos y reducir la dolarización.
A pesar de que en ocasiones la inflación ha superado el rango meta por choques de oferta, como el aumento de los precios de los alimentos, los combustibles o la depreciación cambiaria, el Banco Central ha implementado medidas preventivas para evitar que esos factores temporales se reflejen en las expectativas inflacionarias, las que se han ubicado el 77 por ciento de las veces dentro del rango meta en los últimos 22 años.
Además, la dolarización del crédito –una de las vulnerabilidades de la economía peruana– se redujo significativamente desde más del 80 por ciento a inicios del año 2000 a 23 por ciento en 2023.
Finalmente, desde la implementación del MEI, la tasa de inflación promedio anual de Perú ha sido de 3,1 por ciento, la más baja entre los principales países de América Latina, así como entre aquellos que siguen el mismo esquema en la región.