- Al 2030 se busca que las emisiones de CO2 deban reducirse a la mitad para evitar que aumente la intensidad de adversidades climáticas.
- Este año se desarrollará la 12°va edición de EXPO ENERGÍA PERÚ 2024, evento que permitirá intercambiar experiencias, lecciones y aprendizajes de cómo otros mercados están construyendo y recorriendo su proceso de transición energética.
El cambio climático y la innovación se están convirtiendo en impulsores que cada vez hacen más disruptivas las nuevas aplicaciones tecnológicas. En la actualidad, el mundo enfrenta el desafío de mitigar el impacto ambiental y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Actualmente, las fuentes de energía más utilizadas en el Perú son los combustibles fósiles o hidrocarburos, principalmente en el sector transporte y también en la generación eléctrica a través del gas natural. Como un factor global, se busca que las emisiones de CO2 deban reducirse a la mitad en el 2030, para evitar que aumente la intensidad de adversidades climáticas, como olas de calor, inundaciones y sequías desastrosas; provocando desplazamientos de la población, daños a la vida y a los medios de subsistencia.
En vista de ello, la transición energética se presenta como una respuesta acertada a los retos ambientales que enfrenta el país. Cabe indicar, que muchos países han incrementado considerablemente el uso de fuentes renovables en su generación eléctrica. Por ejemplo, en el Perú, las energías renovables como la solar y eólica representan casi el 8% de la generación eléctrica total, superando el 55% de la matriz energética del país.
Resaltar, que podemos considerar este modelo de desarrollo sostenible también como una oportunidad económica y de empleo. “Una transición energética gestionada de manera ordenada – diseñada ad-hoc para la región- repercutiría a una mayor demanda de empleos en la industria nacional”, señaló, Roberto Tamayo, ex director general de Electricidad del MINEM.
Es trascendental buscar que la transición energética maximice las oportunidades para aumentar sustancialmente el bienestar social y ambiental. La misma representa varios objetivos a nivel nacional, además abarca una variedad de capacidades, incluido el desarrollo de tecnología, la formulación y adopción de políticas y la movilización de recursos.
El vocero agrega también que la implementación de tecnologías renovables requeriría de profesionales capacitados en instalación, mantenimiento y desarrollo de estas infraestructuras, generando nuevos perfiles formativos más elevados en el mercado laboral”. Además, la posibilidad de promover un desarrollo en la industria atrayendo una inversión del exterior.
Tendencias
A nivel global se observan escenarios futuros para una transición energética basada en energías renovables. En resumen, se busca una reducción significativa de las emisiones gases de efecto invernadero, la neutralidad de carbono, así como la electrificación de sectores con foco principal en el transporte. Del mismo modo, las distintas industrias prioricen un mayor uso de energías para sus procesos de producción.
Es fundamental contar con iniciativas no solo de los gobiernos sino también de las empresas. Hoy en día se está viendo muchos avances tecnológicos, siendo positivo para los próximos años, dado que reflejará una reducción de costos sobre algunos componentes esenciales que harán viable una electrificación significativamente rápida y además que el uso de estas tecnologías será amigable con el medio ambiente.
En este sentido, este año se desarrollará la 12°va edición de EXPO ENERGÍA PERÚ 2024, evento que permitirá intercambiar experiencias, lecciones y aprendizajes de cómo otros mercados están construyendo y recorriendo su proceso de transición energética. “Es importante poder participar en este tipo de conferencias, ya que podemos reflexionar sobre lo que están haciendo otros mercados”, puntualizó, el especialista del sector energía.
Para finalizar, Tamayo hace hincapié en la financiación de las energías renovables. Un tema crucial para impulsar la transición energética y mitigar el cambio climático. Movilizar los recursos necesarios para invertir en tecnologías limpias e innovadoras es un desafío clave que debemos abordar. Cerrar esta brecha de financiación es fundamental para acelerar el desarrollo y la adopción de soluciones energéticas sostenibles a gran escala.