El PBI avanzó 4.9% a/a en diciembre, por encima del 4.1% esperado. El resultado del mes se vio favorecido por la manufactura, agropecuario y pesca.
La economía peruana cerró el 2024 con un notable crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) de 4.9% anualizado (a/a) en diciembre, superando las expectativas del consenso de analistas que lo proyectaban en un 4.1%. Este resultado, que marca el tercer mes consecutivo de aceleración económica, se atribuye principalmente al desempeño positivo de sectores clave como la manufactura, agropecuario y pesca, los cuales representan más del 70% de la producción nacional.
“El crecimiento de diciembre fue impulsado por un fuerte repunte en las actividades primarias, destacando especialmente la pesca, y por un dinamismo en el consumo privado y el aumento del gasto público, que reflejó incrementos de dos dígitos en la inversión pública. El consumo privado se vio favorecido, en parte, por el retiro temporal de fondos de las AFP, lo que contribuyó a mantener la recuperación económica del país tras una caída de -0.6% en 2023.” agregó José Silva, Senior Strategy Associate en Inteligo SAB.
A lo largo de 2024, el país experimentó una clara inflexión en su ciclo económico, superando las expectativas de crecimiento. La economía peruana logró un avance del 3.3% a/a, mejorando el 3.2% proyectado por analistas y destacando como un año de recuperación tras la recesión previa. Este crecimiento estuvo respaldado por políticas orientadas a la reactivación económica, el impulso al gasto público y el incremento de la confianza empresarial, lo que permitió a Perú superar las dificultades que caracterizaron los años anteriores.
“La manufactura, el sector agropecuario y la pesca han jugado un papel esencial en la recuperación económica del país. La manufactura, especialmente la producción de bienes intermedios y de consumo, logró un notable crecimiento, mientras que el sector agropecuario se vio favorecido por una mayor producción de productos tradicionales como el café y la minería. Por su parte, la pesca experimentó un rebote considerable, gracias a la mejora en la captura de especies de alto valor y la estabilidad en los mercados internacionales.” precisó Silva.
Sin embargo, no todo fue positivo. La construcción, uno de los sectores más importantes para la dinamización de la economía, registró resultados negativos en diciembre. La desaceleración de las obras públicas y la menor inversión privada en infraestructura fueron factores que afectan este sector, aunque se espera que en 2025 se retome un crecimiento moderado en la construcción, impulsado por nuevos proyectos de inversión pública y la reactivación de la demanda interna.
Para el 2025, se anticipa que el crecimiento económico continuará, aunque a un ritmo más moderado, con una estimación de 2.8% para el PBI. Este pronóstico se basa en la finalización del efecto base de los retiros de AFP y el contexto favorable derivado de los términos de intercambio, particularmente en lo que respecta a los precios de las materias primas como el oro y el cobre. La inversión privada también jugará un papel clave, apoyada por la dinámica positiva de los precios de los commodities, y por los sólidos indicadores de confianza empresarial, tanto para la inversión como para la contratación.