Los lanzamientos de satélites están aumentando y los nuevos puertos espaciales están compitiendo para satisfacer la demanda.
El número de lanzamientos espaciales ha aumentado constantemente en las dos últimas décadas, con 186 lanzamientos orbitales a nivel mundial en 2022, el número más alto en un solo año. En la actualidad, funcionan en todo el mundo unos 53 puertos espaciales, la mayoría en China, Europa, Rusia y Estados Unidos. No obstante, se han propuesto unos 30 nuevos emplazamientos, muchos de ellos en países que históricamente no han tenido una gran presenc ia en el espacio, como Australia, Indonesia y Perú, según el más reciente artículo de Boston Consulting Group (BCG) “A Launching Pad for the New Space Economy”.
El análisis de BCG demuestra que se lanzarán al menos 24.000 satélites entre 2023 y 2030. Sin embargo, esa cifra podría alcanzar casi los 40.000 en función del progreso de las megaconstelaciones planeadas. En tanto, la exploración espacial también se está acelerando, con 170 misiones previstas de 2022 a 2031, más del triple de las lanzadas en la última década.
El sector de los lanzamientos crece casi con la misma rapidez, y el capital le sigue. Aunque el mercado experimentó un descenso en la actividad inversora global en el 2022, casi 430 compañías recibieron alguna inversión ese año y las 10 mayores operaciones supusieron los 700 millones de dólares en financiación, un aumento del 18% respecto a la cantidad del 2021. A pesar de las cientas de nuevas empresas emergentes en economía espacial, el mercado sigue caracterizándose por un puñado de ellas, como SpaceX, que tienen posiciones sólidas.
De hecho, en abril de este año, el Perú dio un gran paso en su desarrollo aeroespacial gracias a un convenio suscrito entre la Fuerza Aérea del Perú (FAP) y la Agencia Espacial del Perú (CONIDA) con el Comando Espacial de los Estados Unidos. Según la FAP, el acuerdo para el uso pacífico y responsable del espacio le abre las puertas al país para proyectos como la construcción en su territorio de antenas repetidoras, estaciones de control, diseño de un futuro puerto espacial y sitios de lanzamiento de vehículos espaciales.
En esa misma línea, BCG sostiene que los gobiernos suelen considerar el avance de puertos espaciales como un medio no solo para impulsar la economía, sino también para alcanzar objetivos nacionales más amplios, como el establecimiento de la soberanía en el cada vez más importante ámbito espacial.
Por esta razón, el desarrollo de nuevos puertos espaciales continuará independientemente de la volatilidad del mercado de lanzamiento o del clima de inversión. Sin embargo, la competencia por conseguir clientes será feroz. Los nuevos operadores tendrán que competir con los más fuertes y disponer de los medios para operar durante años antes de obtener la rentabilidad esperada.
Puede encontrar una copia del reporte aquí.