La Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) ejecutará la mayor cartera de proyectos de infraestructura natural para la gestión del riesgo de desastres en América Latina. La inversión total asciende a US$ 280 millones, distribuidos en diversas cuencas. Se generarán además 1.3 millones de empleos y beneficiarán a 300 mil personas. Se prevé la plantación de 51.5 millones de plantas en diferentes regiones desde Tumbes hasta Ica.
Con el propósito de recuperar ecosistemas importantes, reducir desbordes y huaicos, y fomentar la reactivación económica en nuestro país, la Autoridad Nacional de Infraestructura (ANIN) presenta un avance de 14 proyectos de Infraestructura Natural para 17 cuencas que están expuestas al Fenómeno El Niño. Esta iniciativa representa la cartera más grande en la historia de proyectos de infraestructura natural (IN) para la gestión del riesgo de desastres (GRD) en América Latina.
Estos proyectos fueron desarrollados en el marco del acuerdo de Gobierno a Gobierno entre el Perú y el Reino Unido, con la asistencia técnica del Proyecto Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica (NIWS), asegurando así su formulación y ejecución efectiva.
La combinación de infraestructura natural y tradicional es clave, ya que juntas ayudan a reducir los riesgos de desastres como desbordes y huaicos en quebradas y ríos, protegiendo a la población, sus hogares, cultivos y medios de vida.
En un esfuerzo por impulsar el desarrollo sostenible, los 14 proyectos viables prometen generar beneficios significativos en diversas áreas. No solo buscan mejorar la infraestructura y la economía, sino también generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
Beneficios económicos
Los proyectos podrían significar un ahorro aproximado de US$ 556 millones en costos de reconstrucción. Además, se espera una reducción en los costos de operación y mantenimiento de la infraestructura gris, como las defensas ribereñas, lo que representa un ahorro considerable a largo plazo.
La inversión total en estos proyectos asciende a US$ 279.7 millones, distribuidos en diversas cuencas como: Rímac (US$ 51.1 millones), Mala (US$ 42.5 millones), Olmos (US$ 31.1 millones), Casma (US$ 23.9 millones), Chancay (US$ 21.1 millones), Cañete (US$ 20.1 millones), Motupe (US$ 16.7 millones), Matagente (US$ 15.7 millones), Zaña (US$ 15.2 millones), Lacramarca (US$ 15.1 millones), Chicama (US$ 12.5 millones), Huarmey (US$ 7.8 millones), La Leche (US$ 5.2 millones) y Tumbes (US$ 1.7 millones).
Además, el proyecto Piura se encuentra en la etapa de formulación, mientras que los proyectos Virú y Huaura están en la fase de formulación de idea.
Beneficios sociales
La implementación de estos proyectos se estima que generará 1.3 millones de puestos de trabajo, beneficiando a 300 mil personas directamente. Además, se fomentarán cadenas productivas asociadas al uso sostenible de las especies nativas recuperadas, promoviendo así el desarrollo económico local y la conservación de la biodiversidad.
Beneficios ambientales
En términos ambientales, se prevé la plantación de aproximadamente 51.5 millones de plantas y la intervención en alrededor de 60 000 hectáreas. Estas acciones contribuirán a la recuperación de ecosistemas y a la mitigación del cambio climático, mejorando la calidad de vida de las comunidades locales y preservando el entorno natural.
NIWS es un esfuerzo conjunto de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), el Gobierno de Canadá y Forest Trends junto a sus socios Condesan, SPDA y el Imperial College de Londres.