- Estudio de Kushki y Americas Market Intelligence revela que 2023 será el récord de nuevas soluciones de pago en Latinoamérica.
- Interoperabilidad, transacciones sin contacto y entre personas, a través de intermediarios, serán las principales tendencias este año.
Este año en Latinoamérica se sentará un precedente en la industria de los medios de pago. Por primera vez en la historia, el dinero en efectivo ya no representa el principal método de pago en las economías de la región. Causa de ello es la digitalización que han experimentado los sistemas de pago, motivado, en parte, por el impacto de la pandemia.
Kushki, la compañía de tecnología de pagos que conecta a Latinoamérica con pagos, realizó el estudio “Tendencia de Pagos Digitales 2023”, de la mano de Americas Market Intelligence. “Latinoamérica actualmente es la región con mayor potencial de crecimiento para los pagos digitales, por esto se han transformado los modelos de negocio de las instituciones financieras y se ha logrado impulsar el crecimiento de las empresas. Esperamos que en el 2023 continúen las innovaciones tecnológicas y en Kushki estamos convencidos que veremos grandes avances en materia de interoperabilidad, omnicanalidad, pagos desde los celulares, billeteras digitales y tecnología contactless”, señaló Gabriele Zuliani, Vicepresidente Senior de Desarrollo de Mercado de Kushki.
El reporte muestra cómo en la región, el uso del efectivo ha caído a un 36%, mientras que las tarjetas de crédito se posicionan como el principal medio de pago electrónico en América Latina, representando el 50% del comercio electrónico y el 20% de los pagos, en un punto de venta.
Adicionalmente, en materia de inclusión financiera, un 80% de la población en la región tiene hoy una cuenta bancaria, lo que les permite acceder a múltiples formas de pago, y son consumidores digitalizados que valoran las nuevas herramientas.
Tendencias en pagos digitales
Según el reporte, este 2023 se caracterizará por la consolidación de las mejores y más eficientes experiencias de pago, y por unas tendencias muy marcadas en materia de interoperabilidad, transacciones sin contacto y entre personas, a través de intermediarios.
1. Interoperabilidad, un desafío para la industria y los gobiernos:
Imaginemos una autopista con un alto flujo vehicular en una ciudad capital. La cantidad de carros transitando al mismo tiempo, hace que la velocidad disminuya y que les tome más tiempo a las personas para llegar a su lugar de destino. Al ver esta situación, la administración local decide abrir más carriles para darle mayor ancho de banda a la autopista y lograr que los vehículos puedan transitar de una manera más rápida.
Esto es justamente lo que es la interoperabilidad en los pagos: abrir el espectro y generar mayor fluidez en las transacciones, lo cual se traduce en pagos más ágiles y simples. De ahí su relevancia para el sistema.
Este proceso de poco se ha ido posicionando en la región, desafiando la posición dominante de los bancos, que en casi todos los países tienen la autorización de adquirencia, lo cual ha permitido ampliar el ecosistema y llegar a nuevos actores que abren opciones para comercios y usuarios.
Aunque, de acuerdo al reporte, aún hay un amplio espacio de innovación y desarrollo de competencias como: incorporación digital, flexibilidad basada en API, pagos recurrentes, pago con un solo clic, automatización y reconciliación de pagos, tokenización, herramientas mejoradas contra el fraude y programas de fidelización.
En 2023, se espera que los adquirentes no bancarios y PSPs contribuyan a desarrollar estos elementos y brindar las soluciones que los comerciantes requieren. «La innovación para los mercados se fomenta cuando nuevos actores entran a participar al lado de los adquirentes tradicionales, estos traen tecnología de primera clase y nuevos standard de servicio. La interoperabilidad invita al desarrollo de neobancos y superapps y permite a los proveedores de servicios digitales integrar fácilmente los pagos en sus ecosistemas», dice Zuliani.
De acuerdo al estudio de Americas Market Intelligence, aunque a nivel regional la interoperabilidad avanza, hay diferencias notorias entre los distintos países. Así, mientras Brasil tiene mayor índice de interoperabilidad, México y Chile se ubican entre los que aún tienen más espacio para desarrollarla. Esto significa que en dichos países hay más barreras para la aceleración e innovación en el mercado de los pagos digitales y se requiere de un mayor involucramiento de los gobiernos para impulsar la interoperabilidad.
2. Contactless payments, una tendencia masificada
La tecnología de pago sin contacto es una de las tendencias que más se ha masificado en Latinoamérica gracias a su seguridad, comodidad e instantaneidad. Con esto se brinda una experiencia de pago positiva, pues los compradores simplemente acercando su tarjeta (o teléfono con NFC) pueden realizar una compra en una terminal de pago.
La implementación de los pagos contactless implica que emisores y adquirentes inviertan en un hardware, cuyo alto costo ha hecho que algunos se resistan a la tendencia. Sin embargo, se prevé que en 2023 las transacciones contactless representarán un 35% en la región.
El impacto de esta tecnología ha contribuido a fomentar las compras con tarjeta (especialmente de débito), desplazar el efectivo, agilizar las filas en las cajas de pago y preparar a América Latina para el uso de billeteras digitales sin contacto y wearables. Junto a ello, ha promovido que entidades adquirentes desarrollen la tecnología Tap on Phone, que permite pagos sin contacto con smartphones, y que ya se encuentra presente en nuestro país.
3. P2P Payments, fundamental para la inclusión financiera
La tendencia de pagos P2P ha demostrado ser una eficiente herramienta para evolucionar hacia plataformas de pago más exitosas. Estas plataformas, que funcionan cada vez más como neobancos, son fundamentales para impulsar la penetración de la inclusión financiera por encima del umbral del 80% en muchos mercados.
Gracias a su facilidad de acceso, bajo costo e inclusividad, esta tendencia está redefiniendo a los pagos digitales y desplazando las fronteras entre el comercio electrónico y los pagos en persona, favoreciendo el comercio, digitalizando el efectivo, generando datos e incitando a los pequeños emprendedores a participar por primera vez en la economía digital. Sin embargo, el gran desafío de esta tendencia es la interoperabilidad.
Sobre esto, Zuliani explica que «creemos firmemente en el poder de las P2P, pero dependen de la interoperabilidad para alcanzar todo su potencial. Muchas aplicaciones P2P están recibiendo presiones normativas para que abran sus redes”.
El dinero en efectivo hoy se enfrenta a nuevos competidores, como las tarjetas sin contacto, los sistemas de transferencia instantánea de los bancos centrales, las aplicaciones P2P, los monederos digitales y, hasta cierto punto, las criptomonedas. Por esto, los comerciantes tienen más opciones que nunca. Esto está provocando la desintermediación de los pagos, la disrupción de los actores tradicionales y una reorganización del ecosistema en su conjunto.
En conclusión, el estudio señala que las tendencias de medios de pagos digitales están en su año récord en Latinoamérica. De acuerdo a la investigación citada, en 2023 las tendencias mencionadas continuarán creciendo y posicionándose en la región. Para seguir con la expansión de estas herramientas y nuevas tecnologías que amplíen la industria de los pagos digitales, el desafío está en avanzar en interoperabilidad, mejorar la calidad de los productos con inversión en calidad y valor por parte de las empresas y, por último, en el rol de los gobiernos para promover un mercado más competitivo, inclusivo y al servicio de consumidores digitalizados.