Al invertir en programas de mentoring ayudamos a mejorar la empleabilidad de los colaboradores, desarrollamos y retenemos talento, y fomentamos un ambiente de aprendizaje continuo.
El mentoring es un proceso de facilitación para el desarrollo de conciencia y aprendizaje a mediano y largo plazo. Es una conversación entre dos personas: el mentor, que facilita el desarrollo y aprendizaje, y el mentee, quien se desarrolla y aplica estos aprendizajes en áreas específicas de trabajo, carrera, educación, salud y otros aspectos, señaló Viviana Vélez, Consultora Asociada de LHH DBM Perú
Para la especialista, el mentoring de desarrollo puede ser beneficioso para una amplia variedad de ejecutivos y profesionales, sin importar su nivel de experiencia o función en la organización. Su enfoque se adapta a las necesidades y metas individuales de cada persona y organización. El Mentoring de Desarrollo considera a la persona como un ser en constante crecimiento, asumiendo que los resultados son más significativos cuando la persona se transforma a nivel de identidad, lo que expande su influencia en diversos contextos”, dijo.
Mencionó cinco beneficios que explican por qué deberíamos considerar el mentoring en nuestras organizaciones:
- Retención de talento: Las empresas que ofrecen programas de mentoring suelen experimentar una mayor retención de sus colaboradores, ya que estos se sienten apoyados y ven oportunidades de desarrollo, lo que les motiva a permanecer en la empresa durante más tiempo.
- Desarrollo de liderazgo: El mentoring es una parte integral en el desarrollo de futuros líderes en la organización. Los mentores pueden identificar y nutrir el talento de liderazgo, preparando a los colaboradores para asumir roles de mayor responsabilidad.
- Desarrollo de habilidades: Brinda a los colaboradores la oportunidad de aprender de personas con experiencia en la organización y en la industria, lo que acelera su crecimiento profesional al adquirir habilidades, conocimientos y competencias valiosas.
- Adaptación a la cultura: Facilita la adaptación a la cultura, los valores y las expectativas de la organización, lo que acelera la integración y la productividad de los nuevos colaboradores.
- Fomento de la cultura de aprendizaje: Fomenta una cultura de aprendizaje continua dentro de la empresa.
Precisó que, a menudo se cometen errores, como no distinguir entre el coaching, las consultorías y el mentoring, no definir los objetivos y las expectativas desde el inicio del programa, o no emparejar adecuadamente al mentor y al mentee al no tener en cuenta la personalidad, la experiencia, los objetivos y las necesidades de ambos, entre otros.
Por último, señaló que invertir en programas de mentoring para los colaboradores, ayudamos a mejorar su empleabilidad, lo que, a su vez, fortalece a la organización al desarrollar y retener talento, además de fomentar un ambiente de aprendizaje continuo.