Si bien el FISE fue importante en este avance, su influencia estuvo relacionada con las conexiones finales. La construcción de ductos requiere de mecanismos como la tarifa nivelada, para captar mayor inversión.
Las tarifas de gas natural en las regiones podrían reducirse hasta en un 50% con la implementación de una tarifa nivelada, debido a que dicho mecanismo permitiría igualar los precios que se pagan en el interior del país con los de Lima, según el “Informe del Sector Gas Natural en Perú 2024”, presentado por Promigas Perú. En ese marco, el reporte señala que, en la actualidad, los clientes residenciales de gas natural de las regiones con concesiones fuera de Lima y el Callao pagan casi el doble que los clientes de la capital. Este problema se centra –sobre todo– en las concesiones del sur y norte del país. En estas zonas, las tarifas industriales son, en promedio, 150% más altas que Lima.
Dicha diferencia se explica –en parte– por la menor demanda del recurso, relacionada a la baja concentración de industrias; y por la poca densidad poblacional. Así, la tarifa nivelada se presenta como la mejor opción para revertir ello. “Su aplicación tendría como efecto inmediato la generación de importantes ahorros a familias, comercios, usuarios de GNV, e industrias pequeñas y medianas en las regiones fuera de Lima y Callao conectadas a la red”, refiere el estudio.
Una tarifa equitativa mejoraría la competitividad del recurso, permitiendo el desarrollo de las actuales y nuevas concesiones en el país, generando inversiones y viabilizando más infraestructura, pues “impulsaría la demanda”.
No obstante, el informe sectorial precisa que, para que el mecanismo tenga todos estos beneficios, se necesita su aprobación bajo las condiciones planteadas por el Gobierno: con alcance a los clientes con consumos hasta por 900 mil m3/mes, pues son estos clientes los que permitirán obtener el financiamiento para viabilizar la construcción de nuevas redes.
Existe gas natural suficiente
La mayor demanda que originaría la tarifa nivelada podría ser atendida sin inconvenientes, debido a que el Perú cuenta con producción suficiente para ello. En ese marco, según el informe, en el 2023, la producción de gas natural registró su máximo nivel histórico, al alcanzar casi 517 giga pies cúbicos (Gpc), casi un 7% por encima de los 484 Gpc del 2022. Dos terceras partes del crecimiento del 2023 fueron explicadas por el incremento de la producción del Lote 88 de Pluspetrol, que representa alrededor del 60% de la producción nacional.
El reporte indica que la producción habría sido mayor si la demanda de gas natural hubiese sido más alta. Así, según el estudio, el año pasado se reinyectaron en los pozos casi 83 Gpc del recurso, que no fueron necesarios emplear. “De existir demanda, se hubiera podido producir 16% más gas natural en el 2023”,refirió. Respecto a las reservas probadas del recurso, estas pasaron de 8,391 Gpc en el 2022 a 7,873 Gpc en el 2023, debido al aumento de la producción.
Consumo, clientes y cobertura
El informe sectorial refiere que, en el último año, el consumo de gas natural alcanzó los 1,382 millones de pies cúbicos diarios (Mpcd), 5 % más respecto al 2022. El mayor consumo correspondió al sector de generación eléctrica, con 523.8 Mpcd, un 38.1% del total, y un crecimiento del 5.8% respecto al 2022.
El comportamiento del consumo se explicó, entre otros motivos, por un aumento de clientes. De acuerdo con el reporte, al cierre del 2023, las conexiones de gas natural en el Perú llegaron a 2,148,275, un alza del 15.5% respecto al año previo. El crecimiento fue impulsado por los clientes residenciales y comerciales, que alcanzaron los 2,146,927, un alza interanual del 15.5%, cerca de 288 mil clientes nuevos. Estos resultados permitieron que la cobertura del servicio de gas natural alcanzara al 21% de los hogares del país, 2.5 puntos por encima del 2022, y poco más de la quinta parte de la población peruana. El mayor incremento de clientes se registró en la región Piura, con un alza interanual del 73%; seguida de las regiones Áncash, Lambayeque, La Libertad y Cajamarca, con un avance de 21.2%.
En el caso específico de las nuevas instalaciones, el reporte señala que 250 mil fueron gracias al apoyo de BonoGas, perteneciente al FISE, lo que confirma –una vez más– la importancia del financiamiento público en la masificación del gas natural. No obstante, este programa solo interviene en la etapa final del proceso (conexión de viviendas), y no en la construcción de ductos, labor que ha estado a cargo del sector privado y que requiere de mayor inversión, proceso donde la tarifa nivelada podría jugar un papel clave.
Beneficios y tareas pendientes
El uso de gas natural, además, ha traído importantes beneficios socioeconómicos y medioambientales al país. El reporte señala que, en cuanto al impacto socioeconómico, entre 2004 y 2023, el empleo de este combustible generó un ahorro de aproximadamente S/ 414 mil millones para toda la economía peruana, lo que representa casi el 40% del PBI del año 2023. “El 63% de ese ahorro corresponde al sector eléctrico, al permitir tarifas más competitivas tanto para empresas como para familias”, anotó. Mientras que, también se ha reducido de manera importante la contaminación ambiental, con estimaciones que varían
en un rango entre 47 y 72 millones de toneladas de CO2 ahorradas por el uso del gas natural.
Pese a este impacto y los avances registrados en los últimos años, el reporte indica que –a la par de la tarifa nivelada– existen tareas pendientes para lograr una real masificación del gas natural. En primer lugar, considera el reporte, se deben desarrollar nuevos gasoductos, a fin de conectar a las regiones con fuentes de gas natural, para así dejar de depender de transporte virtual (camiones), lo que implica un incremento de costos para el usuario final.
Otras tareas son: retomar la exploración de yacimientos para reponer las reservas probadas del recurso y ampliar su índice de autonomía ante el aumento de la producción; el fomento de la industria petroquímica, para asegurar demanda adicional de gas natural, uno de los insumos que más se usa en dicha actividad; continuar apoyando al FISE y sus programas Bonogas y Ahorro GNV con recursos estatales; y viabilizar inversiones en regiones con alto potencial, que aún no cuentan con el servicio de gas natural.