Viceministro de Pesca y Acuicultura, Jesús Eloy Barrientos Ruiz, realizó el seguimiento y monitoreo del inicio de la primera temporada de pesca de anchoveta zona norte–centro.
PRODUCE cuenta con herramientas tecnológicas con seguimiento satetial y bitácora electrónica que permite vigilancia a tiempo real.
Con el fin de garantizar la sostenibilidad a la primera temporada de pesca de anchoveta en la zona norte-centro del país, el viceministro de Pesca y Acuicultura, Jesús Eloy Barrientos Ruíz, visitó las instalaciones del Sistema de Seguimiento Satelital (SISESAT) de PRODUCE, donde supervisó las acciones de monitoreo y seguimiento que se vienen realizando sobre la extracción de este recurso.
“La pesca de la anchoveta, principal recurso hidrobiológico del Perú, está siendo permanentemente monitoreada, garantizando el control absoluto y total de la flota para una sostenibilidad del recurso”, señaló el funcionario.
Cabe resaltar que, desde la Dirección General de Supervisión, Fiscalización y Sanción, se viene realizando el monitoreo permanente de las actividades extractivas, utilizando para ello herramientas tecnológicas como el Sistema de Seguimiento Satelital (SISESAT), la Bitácora Electrónica y el Sistema de Trazabilidad de Pesca y Acuicultura (SITRAPESCA).
Del mismo modo, en el marco del Programa de Vigilancia y Control de las Actividades Pesqueras y Acuícolas en el Ámbito Nacional – PVCAPAAN se han desplegado a más de 280 fiscalizadores en los puntos de recepción de las plantas de procesamiento, donde se verifican los volúmenes descargados por cada una de las embarcaciones.
Asimismo, desde el Instituto del Mar del Perú (IMARPE), se está realizando un continuo monitoreo y seguimiento de los principales indicadores biológicos, poblacionales y pesqueros de dicho recurso, con el fin de adoptar las medidas preventivas de conservación correspondiente.
La temporada de pesca culminará cuando se alcance la cuota máxima de captura permisible en la zona centro-norte, que es de 2 millones 475 mil toneladas o, en su defecto, cuando el IMARPE lo recomiende por circunstancias ambientales o biológicas.