¿Recesión económica a la vista?

Por el catedrático Mg. Juan Eduardo Toro Goin

¿Qué es una recesión económica? Una recesión económica es una fase del ciclo económico en la que la actividad económica se reduce, en vez de aumentar.

La evidencia disponible, así como el consenso entre numerosos analistas, sugiere que las políticas implementadas por la administración Trump difícilmente alcanzarán los resultados prometidos. Por el contrario, nos encaminamos hacia un escenario de presión inflacionaria creciente y, posiblemente, hacia una recesión de características inéditas en la historia reciente de Estados Unidos.

Como suele ocurrir en estos contextos, el impacto económico más severo no recaerá sobre las grandes corporaciones, sino sobre los ciudadanos comunes. El aumento en los precios —particularmente de bienes importados— será absorbido por el consumidor final, afectando directamente el poder adquisitivo de millones de familias.

Desde el punto de vista fiscal, una disminución en el consumo de productos importados podría tener un efecto directo sobre la recaudación tributaria, ya que esta está estrechamente vinculada al dinamismo del comercio. Menor consumo implica menor recaudación, lo que a su vez limita la capacidad del Estado para enfrentar una eventual crisis económica.

La pregunta que queda en el aire es si los responsables de la política económica sabrán reconocer a tiempo los efectos adversos de sus decisiones y corregir el rumbo antes de que los daños sean irreversibles. De lo contrario, el país podría enfrentar un periodo prolongado de dificultades económicas, cuyas consecuencias serían especialmente duras para los sectores más vulnerables de la población.

El otro escenario es el factor de la especulación.

Donald Trump está derrumbando el mercado bursátil apropósito, porque EEUU tiene una deuda de más de 7 billones de dólares. Las tasas de interés están por las nubes, y si refinancia, prácticamente el costo será insostenible.

Por ello Trump asusta a los mercados con aranceles, para que los accionistas vendan sus acciones y criptomonedas, manando a correr a los accionistas a la protección de los bonos del tesoro haciendo bajar el rendimiento. Eso genera un incremento de la demanda de bonos y hace bajar los rendimientos.

Por tal efecto, los intereses de la deuda bajan facilitando el refinanciamiento a un costo más barato. Porque al bajar el rendimiento de los bonos, la inflación también cae y esto presiona la reserva federal para que recorte las tasas.

Recortando las tasas, el dinero se pone más barato, las personas piden préstamos, compran inmuebles, hacen inversiones en las empresas y los mercados se reactivan. Los aranceles no son casuales, Trump está obligando a

las empresas a la producción interna y los precios de algunos de los alimentos están bajando. Además, dicho incremento de los aranceles no es para siempre. Mientras que los mercados están abajo y todo el mundo están vendiendo, los inversionistas con la visión a largo plazo se están preparando para el alza.

Este riesgo le va a dar a Trump un auge político como nunca vistos. Si eres inversionista y estás en liquidez podría ser el momento de atrapar oportunidades, pero si no estás en el mercado debes diversificar. Tener en cuenta que las tasas de los intereses de los bancos y de los préstamos, pueden bajar, pero también el dólar se puede debilitar como nunca visto en la historia económica estadounidense.

Todo apunta que la administración del experto en negociación Donald Trump desea que EE. UU. sea una gran potencia de manufactura en el mundo.

Bueno mis estimados lectores, les mando un fuerte abrazo y hay que estar atentos a las señales.