Las herramientas de transformación digital cobran cada vez mayor importancia para el desarrollo de las empresas y la automatización de un negocio es una de las más relevantes. Esta consiste en reemplazar procesos manuales por procesos mecanizados, que pueden ser totalmente digitales o híbridos. Su principal beneficio es que se logra una alta productividad y se reducen costos, permitiendo que el negocio sea competitivo, tanto a nivel local como global.
En este sentido, Leandro Mariátegui, decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), brinda los siguientes consejos para iniciar con el proceso de automatización en una organización:
Decidir qué automatizar. Lo primero que se tiene que hacer es decidir qué automatizar. Para ello se debe hacer un diagnóstico de la empresa, identificando cuáles son los procesos que tiene y cuáles de ellos serían los que se van a automatizar. Los primeros en pasar por ello deben ser los repetitivos y tediosos, ya que estos los realiza mejor una máquina que una persona, debido a que este tipo de procesos generan una curva de productividad negativa, conforme avanza la jornada de trabajo. Además, realizarlos ocho horas al día, seis días a la semana, por cinco años, podría generar problemas psicológicos a las personas.
Otros procesos que también deben ser automatizados son aquellos donde hay riesgo humano y la tasa de accidentabilidad es muy alta. Esa automatización también genera una mejora en la calidad de vida del colaborador, porque lo expone menos a accidentes. Luego, se va bajando hasta procesos que no son automatizables como procesos de customizado o de diseño, donde es indispensable que haya una persona operando.
Evaluar la inversión. Una vez realizado el diagnóstico de todos los procesos con los que se cuenta, otro de los criterios más importantes es buscar cuáles son los procesos más factibles de automatizar, sobre todo teniendo en cuenta el retorno a la inversión. Para automatizar un proceso manual, lo primero que se debe hacer es identificar cuánto va a costar y cuál es la relación beneficio/costo, con el fin de conocer el periodo de pago de la inversión. Se deben analizar factores como el costo, los ahorros que se van a generar por menor mano de obra y en cuánto tiempo se paga el equipo: si este se costea en máximo cinco años, es un buen negocio.
Elegir un buen socio estratégico en la automatización. Comprar tecnología que no está probada, puede generar un problema, en lugar de una solución. Es importante elegir empresas grandes especialistas en automatización.
Capacitar a los colaboradores. Una persona que está acostumbrada a hacer un trabajo manual, el día que tiene que operar un tablero electrónico, lo más probable es que no sea capaz de hacerlo. Si uno inicia un proceso de automatización o de transformación digital, es esencial tener siempre en cuenta a las personas. Debe llevar consigo al recurso humano valioso, capacitarlo y volverlo empleable, en un entorno cambiante de alta tecnología.
Encontrar mercados. Automatizar implica tener una mayor productividad, por lo que se deben identificar mercados para poder ubicar esos excedentes, de manera que el proceso se pague solo.
Finalmente, Leandro Mariátegui afirma que “hoy en día automatizar no es una elección, sino un deber, para poder ser competitivos. Cada día llegan productos de China o de Asia a precios bajos, porque utilizan procesos más eficientes y más automatizados que los nuestros. Entonces, es muy importante plantearse cuándo uno va a iniciar con este proceso, cuál va a ser la velocidad y con qué recursos cuenta para ello”.