Reforzar las políticas públicas para mejorar la gestión ambiental en el Perú

“Las acciones tomadas durante los primeros 100 días de gestión del sector Ambiente del actual gobierno, se han enfocado en diversos ejes ambientales de vital importancia para el país y son acertadas en diversos puntos, tales como la aprobación del listado de los Proyectos de Inversión sujetos al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) del sector turismo, las acciones de conservación de bosques, más áreas protegidas, entre otros”, dijo Alberto Huiman, profesor de la carrera de Ingeniería en Gestión Ambiental de la Universidad ESAN.

Sin embargo, agregó que hay tareas pendientes como: La economía circular, que busca mantener el valor de los productos y materiales durante el mayor tiempo posible en el ciclo productivo, reduciendo al máximo la generación de residuos. El cambio climático. Se han invertido más de 3 millones de soles en incentivos económicos mitigación del cambio climático, ¿y cuánto en adaptación?, el Perú es un país susceptible de riesgos asociados al cambio climático y nuestras emisiones son muy bajas (equivalen al valor del error porcentual de las emisiones de China), por ello, las acciones deben ser dirigidas priorizando la adaptación más que la mitigación. Y, por último, la normatividad. El Perú tiene un frondoso marco normativo ambiental, pero la existencia de la norma no soluciona el problema, una norma es parte de un sistema complejo, representa un insumo para buscar una solución integral y sostenible al problema.

En ese sentido, el especialista indicó que requerimos de una política nacional de residuos sólidos, publicada, instaurada, adoptada y ejecutada. Segundo, de una estrategia nacional ante el cambio climático, donde se priorice la adaptación sobre la mitigación al cambio climático y se retire la idea de que plantar más árboles es la única solución para la mitigación; y en tercer lugar, de una estrategia nacional de diversidad biológica, donde se refuercen los lineamientos para prevenir y combatir el tráfico de vida silvestre en la Amazonía y en los Andes; sólo por citar algunas.

Economía circular

Acerca de la economía circular, Huiman recomendó trabajarla desde tres ejes: primero la parte legal, porque ello permitirá a las empresas e instituciones migrar hacia un nuevo modelo. Segundo, la técnica, porque no se puede realizar economía circular sin tecnología alternativa disponible, ello requiere incentivar la innovación, ya que permite acceder a financiamientos y ayudaría a una mejora en la tecnología necesaria para llevar a cabo la transición a este modelo. Y tercero, lo educativo, porque el usuario es parte clave del ciclo de la economía circular, ya que lleva consigo la tarea de realizar las acciones adecuadas con el recurso.

“Un buen plan de educación ambiental, una correcta aplicación por parte de las instituciones debe de realizarse de manera progresiva hasta alcanzar el punto esperado, para luego continuar con acciones que refuercen y lleven consigo a mejores resultados. Asimismo, debe educarse para la desmitificación de lo que es y no economía circular, porque es usual creer reciclaje es economía circular, y no es correcto”, puntualizó.

Ordenamiento territorial y zonificación ecológica y económica

Con respecto a la Zonificación Ecológica y Económica (ZEE), el docente de la Universidad ESAN, afirmó que es un proceso dinámico, flexible y es importante porque sirve para identificar las diferentes alternativas de uso sostenible de un territorio determinado, tomando como base la evaluación de sus potencialidades y limitaciones desde el punto de vista físico, biológico, social, económico y cultural, con el fin de que los territorios aprovechen sus ventajas comparativas.

Así, una vez aprobada la Zonificación Ecológica y Económica, se convierte en un instrumento técnico y orientador del uso sostenible de un territorio y de sus recursos naturales, de gran utilidad para la toma de decisiones y la gestión del territorio por sus autoridades, la sociedad civil y todo aquel ciudadano que necesite realizar alguna actividad en el territorio.

En ese sentido, Huiman explicó que el ordenamiento territorial se basa en la ZEE porque contribuye a la regulación y promoción de la localización y uso sostenible de los asentamientos humanos, las actividades económicas, sociales y el desarrollo físico-espacial sobre la base de la identificación de potencialidades y limitaciones.

“El ordenamiento territorial analiza, desarrolla y gestiona los procesos de planificación en los espacios geográficos, tantos urbanos como rurales. Procurando que esta siempre sea sostenible”, enfatizó.

Finalmente, el experto manifestó que prescindir de cualquiera de estos dos instrumentos de planificación territorial para la toma de decisiones no sería una decisión acertada, porque ambos tienen un carácter técnico, legal, de conservación, de usos racional de los recursos, de sostenibilidad, de participación, y priorización.