Respetar los límites planetarios: un desafío para el crecimiento empresarial

El 100% de los sitios operativos de L’Oréal Groupe a nivel global funcionan con energía renovable cumpliendo con la meta de descarbonización. La extracción y el procesamiento de recursos naturales generan el 50% de las emisiones globales y más del 90% del estrés hídrico y la pérdida de biodiversidad.

Durante años se creyó que el crecimiento económico y la sostenibilidad eran polos opuestos. La lógica parecía simple: para producir más, se debía consumir más. En ese modelo, el medio ambiente solía ser el gran sacrificado. Sin embargo, las reglas del juego están cambiando, ya no es suficiente que las empresas reduzcan su impacto ambiental, hoy, el verdadero reto es respetar los «Límites Planetarios», es decir, lo que el planeta puede soportar.

Cada vez más empresas están entendiendo que su futuro —y el del planeta— depende de decisiones responsables. No se trata únicamente de reducir huellas ambientales o cumplir estándares internacionales. Es necesario replantear cómo operamos, qué producimos, con qué recursos y para quién.

Y no es una exageración: según datos de la ONU, la extracción de recursos naturales se ha triplicado desde 1970 y el uso de combustibles fósiles ha aumentado un 45%. Hoy usamos el equivalente a 1,6 planetas Tierra para sostener nuestro estilo de vida, una demanda que los ecosistemas simplemente no pueden seguir. La extracción y el procesamiento de materiales, combustibles y alimentos son responsables de la mitad de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y de más del 90% de la pérdida de biodiversidad y el estrés hídrico. El desafío es urgente, y las soluciones deben ser estructurales.

En ese contexto, algunas compañías han comenzado a marcar la diferencia. L’Oréal Groupe, por ejemplo, ha definido una ruta de transición climática alineada con la ciencia y validada por la iniciativa Science Based Targets (SBTi). Esto ha implicado transformar su operación en todos los niveles. En Colombia, su planta de Funza —que funciona con energía 100% renovable— logró en 2024 una reducción del 46% en el consumo de agua y del 6% en el de energía en comparación con 2019, además de recuperar el 71% de los materiales utilizados.

“En L’Oréal creemos que no hay disyuntiva entre sostenibilidad y crecimiento. De hecho, estamos convencidos de que avanzar hacia modelos más responsables es lo que permitirá sostener nuestro desarrollo en el tiempo”, afirma Alberto Mario Rincón, director general de L’Oréal Groupe para Centroamérica y la Región Andina.

El compromiso no es solo local. En 2024, a nivel global, el 97% de los sitios operativos de L’Oréal Groupe funcionaron con energía renovable, las emisiones directas se redujeron en un 51%, el 49% de los envases de plástico son recargables, reutilizables, reciclables o compostables, y el 65% de los ingredientes utilizados provienen de fuentes biológicas o procesos circulares, con una meta del 95% para 2025.

Estos resultados forman parte del plan llamado “L’Oréal por el Futuro”, que se propuso transformar la manera en que la compañía produce, innova y se relaciona con el entorno. Y, más allá de los números, lo que representa es un cambio de mentalidad: entender que cuidar del planeta no es una tendencia, sino una necesidad empresarial, social y ética.

Este abril, el Día de la Tierra nos recuerda que el desafío ambiental es colectivo. Que las decisiones empresariales de hoy tendrán consecuencias que heredarán las generaciones del mañana. Y que sí, es posible crecer sin destruir. Es posible innovar sin agotar. Es posible hacer empresa cuidando el planeta.