- En febrero del año pasado, el MINEM indicó que el 63% del total de energía producida en el Perú proviene de las centrales hidroeléctricas.
En un mundo cada vez más preocupado por la sostenibilidad y la búsqueda de fuentes de energía renovables, las centrales hidroeléctricas emergen como una solución clave en la transición hacia un futuro más limpio y autosuficiente en términos energéticos. Estas ingeniosas estructuras no solo ofrecen una fuente constante y confiable de electricidad, también juegan un papel fundamental en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Un informe del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), señala que las centrales hidroeléctricas produjeron 3,307 gigavatios hora (GWh) en febrero de 2022, lo que representa cerca del 63% del total del consumo de energía a nivel nacional; y, en el acumulado hasta el segundo mes del año 2022, representaron el 59% de lo generado en el país. Esto demuestra que el agua es el principal recurso para la generación de energía eléctrica en el Perú. En ese sentido, Celepsa, líder en generación de energía sostenible, explica cómo la movilización responsable del agua se puede aprovechar para la generación de energía eléctrica limpia.
Aprovechando el poder del agua
El funcionamiento de una central hidroeléctrica se fundamenta en la transformación del agua almacenada en energía eléctrica. Este proceso cobra vida con la contención del agua en un embalse, que son depósitos artificiales de agua, construidos generalmente cerrando la boca de un valle mediante una presa. Aguas abajo se cuenta con una presa de menor capacidad para derivar el agua hacia la central.
Cuando se libera el agua almacenada a través de una compuerta, el agua se traslada desde la presa, yendo por un conducto diseñado para maximizar su fuerza y velocidad. El agua a velocidad mueve una turbina, donde la energía generada por el movimiento del agua se transforma en energía eléctrica.
Uno de los aspectos más notables de las centrales hidroeléctricas es su capacidad para generar energía eléctrica de manera constante, sin depender de las fluctuaciones climáticas o las condiciones solares durante el día, a diferencia de las fuentes de energía renovable como la solar o la eólica. Además, las hidroeléctricas no emiten gases de efecto invernadero durante su funcionamiento, lo que las convierte en una opción altamente sostenible para la generación de energía eléctrica limpia.
Beneficios ambientales
Las centrales hidroeléctricas también ofrecen beneficios ambientales significativos al reducir la dependencia de los combustibles fósiles y disminuir la huella de carbono. Por ello, en el panorama energético actual, desempeñan un papel crucial, ofreciendo una fuente para la generación de energía eléctrica confiable, sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Su capacidad para transformar la energía cinética del agua en energía eléctrica utilizable las convierte en un componente valioso en la búsqueda de soluciones energéticas limpias a largo plazo.