Las expectativas de crecimiento de las operaciones aumentaron de 4.0% en diciembre a 4.9% en enero.
De acuerdo con la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), la actividad constructora registró en enero un incremento del 17.9%, impulsado principalmente por la inversión pública. Este crecimiento representa el mejor desempeño del sector desde enero de 2013.
«Este repunte en la construcción no solo es una buena noticia para el sector, sino también para la economía en general. Se estima que por cada 1% de crecimiento en construcción, se genera un impacto positivo del 0.3% en el PBI nacional», explicó Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel.
El avance de la obra pública ha sido un factor determinante en esta recuperación. En enero, la ejecución de proyectos de infraestructura aumentó en 4%, alcanzando los S/2,369 millones. Esta tendencia contrasta con la baja ejecución que suele observarse en los primeros meses del año. No obstante, en los últimos cinco años, enero ha mostrado un crecimiento sostenido en inversión pública.
A pesar de este dinamismo, el consumo de cemento experimentó una caída del -2.4% en enero, la más pronunciada desde julio de 2024. Esta contracción se debe a una desaceleración en la construcción privada. Sin embargo, los empresarios del sector proyectan un crecimiento del 4.8% para el primer bimestre del año, con un énfasis especial en infraestructura.
Además, el optimismo empresarial se ha fortalecido. Según las encuestas del sector, las expectativas de crecimiento de las operaciones aumentaron de 4.0% en diciembre a 4.9% en enero. Paralelamente, la confianza en el desempeño económico a mediano y largo plazo se mantiene por encima de los 50 puntos, reflejando una percepción positiva en el mercado.
«El sector construcción es un termómetro clave de la economía peruana. En el último trimestre, el empleo en este rubro creció en un 22%, la mayor tasa desde 2021. En Lima, ya se contabilizan más de 441.500 trabajadores en esta industria», agregó Torres.
A pesar del panorama alentador, existen riesgos que podrían afectar esta tendencia positiva. Factores como el impacto de las lluvias intensas, la violencia en obras, las demoras en la aplicación de nuevas normas de contratación y los cambios en programas de vivienda social podrían generar incertidumbre en el sector. Además, el alza en los costos de materiales y las tasas de interés debido a factores externos podrían ralentizar el crecimiento proyectado.
Con este contexto, el sector construcción se mantiene como un pilar fundamental en la economía peruana, impulsando el empleo y la inversión, aunque con desafíos que deberán ser gestionados para sostener la recuperación en el largo plazo.
