- Esta solución reduce hasta en un 85% el impacto ambiental y en el ecosistema urbano al eliminar el polvo, el ruido y las interrupciones en la movilidad.
Los continuos trabajos de construcción subterránea en Lima, usualmente relacionados con la expansión y mantenimiento de redes de agua, alcantarillado y otras infraestructuras cruciales como fibra óptica y gas, a menudo causan interrupciones en el tráfico y afectan el suministro de agua en los hogares. En una ciudad conocida por su congestión vehicular, ocupando el quinto lugar mundial, estos proyectos representan un desafío considerable para la movilidad urbana.
Según Carlos Villegas, especialista de Pavco Wavin, la tecnología ZinZanja permite realizar trabajos de rehabilitación de tuberías de manera eficiente y sin necesidad de excavaciones extensas, especialmente durante las jornadas nocturnas, lo que facilita la fluidez del tráfico y minimiza las molestias para los residentes y empresas locales. Además, la reducción en el uso de maquinaria pesada en las calles contribuye a disminuir la congestión vehicular.
“El sistema ZinZanja de Pavco Wavin ofrece una solución avanzada para la rehabilitación de tuberías, destacándose por su eficiencia y ventajas clave. Elimina la necesidad de excavación, minimizando molestias y reduciendo interrupciones para residentes, empresas y el tráfico circundante, lo que también disminuye los tiempos y costos asociados con la restauración del área afectada. La tecnología CIPP, Zinzanja de Pavco Wavin utiliza un liner textil impregnada con resina especial que fortalece y prolonga la vida útil de la tubería existente, adaptándose a una amplia gama de aplicaciones como agua potable, aguas residuales y drenaje pluvial, tanto en entornos urbanos como rurales. Además, ZinZanja no solo reduce los riesgos de accidentes laborales, sino que también mejora la rentabilidad de los proyectos al ahorrar tiempo y recursos valiosos”, comentó Villegas.
Asimismo, el especialista señala que, en términos ambientales y de sostenibilidad, esta tecnología reduce significativamente la generación de residuos al evitar la excavación tradicional. Esto no solo contribuye a la conservación de recursos naturales, sino que también reduce hasta en un 85% el impacto ambiental y en el ecosistema urbano al eliminar el polvo, el ruido y las interrupciones en la movilidad. Además, al prolongar la vida útil de las tuberías existentes, se reduce la necesidad de fabricar y transportar nuevas tuberías, lo que conlleva una disminución en el consumo de recursos y las emisiones de carbono asociadas.