- La construcción y operación de edificios genera aproximadamente el 40% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero
Uno de los aspectos que ha cobrado más relevancia e inquietud con respecto al medio ambiente ha sido el tema de la descarbonización. Es importante resaltar que el sector de la construcción y operación de los edificios es uno de los que genera la mayor cantidad de las emisiones globales de GEI – Gases de Efecto Invernadero con un 40% aproximadamente. Sin embargo, y pese a que en el mercado ya existen soluciones eficaces para controlar esta situación, aún existen grandes retos para mitigar la huella ambiental de las edificaciones.
En principio, la descarbonización implica la reducción del consumo de energía. Esto, teniendo en cuenta que es uno de los recursos que, con su uso y generación, produce una enorme cantidad de gases de efecto invernadero.
“Nos encontramos en un momento determinante para desarrollar iniciativas y proyectos con los que podemos contribuir a la descarbonización de las operaciones. En Schneider Electric estamos convencidos que la energía debe ser más verde e inteligente y en esto aportan precisamente nuestras soluciones” afirma Daniela Mora, líder de la división de Digital Energy en Schneider Electric.
A propósito, la compañía Schneider Electric, una de las empresas más sostenibles del mundo de acuerdo con el índice dado a conocer recientemente por Corporate Knights, se ha comprometido a trabajar, junto al Foro Económico Mundial, en un plan para la inversión de la descarbonización de los edificios. Para esto, ha establecido cuatro tácticas primordiales para que las ciudades tengan presente acciones realistas en pro de las metas al 2030.
- Compromiso por parte de las industrias: Teniendo en cuenta que los cuatro mercados principales de infraestructura, manufactura y desarrollo de construcciones consumen el 70% de la energía mundial, es necesario establecer una metodología de trabajo en conjunto, en la que está incluida toda la cadena de abastecimiento. Estos esfuerzos son fundamentales para alcanzar el séptimo Objetivo de Desarrollo Sostenible de la ONU, que busca garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna.
- Digitalización sostenible: Desde diferentes enfoques se busca que los nuevos edificios sean más sostenibles y que en estas estructuras hagan un uso responsable de la energía. Esto es posible con la digitalización e implementar soluciones o plataformas adaptables como la ofrecida por la compañía, llamada EcoStruxure, la cual tiene la capacidad de tomar datos, analizarlos y brindar información útil, obteniendo como resultados beneficios para un entorno agradable y sustentable, además de ahorrar costos del consumo energético en cualquier edificio.
- Cambio de chip sobre inversión en la digitalización: En el compromiso de las diferentes naciones, está el ver un avance en la descarbonización. En el marco del programa del Foro Económico Mundial, se ha insistido en que más allá de la inversión económica, hay que conocer los beneficios sociales, ambientales, de desempeño y productividad que ofrecen la implementación de estas tecnologías.
- Descentralización y electrificación: Un factor que en muchas ocasiones no es tomado en cuenta, es el punto de variación para las compañías eléctricas en la evolución de sus negocios hacia una producción de energía descentralizada y dispersa.
Gracias a la transformación digital, existen soluciones tecnológicas que permiten la descentralización de la energía eléctrica a gran escala. Uno de los principales habilitadores para la transición energética son los llamados microgrids, conjunto de cargas interconectadas y fuentes de energía distribuida (DER, Distributed Energy Resources) en la red, que permiten optimizar el coste de energía, la continuidad del servicio y la integración masiva de recursos renovables, incrementando así la sostenibilidad.
Siendo así, el panorama energético se irá transformando y tanto empresas como empresarios relacionados con los diferentes sectores con visión a futuro, podrán tomar dichas tácticas y realizar los ajustes necesarios, para alcanzar los objetivos sostenibles en pro de la salud de la población y del planeta.