Soluciones oportunas en un mundo afectado por la crisis económica, resulta clave para muchas empresas que aún no han dado el paso hacia su transformación integral. Conocer a la empresa desde adentro, identificar sus necesidades y percibir sus riesgos, todo ello en poco tiempo, es el core business de Dench Consulting, una consultora joven que espera seguir creciendo en el competitivo mercado de la estrategia e innovación. Enrique Neyra, Socio principal de Dench, conversó con la revista Economía y brindó este acercamiento de sus ideas:
¿Cuéntenos brevemente cómo surgió la iniciativa de crear Dench?
Algunos ex Big4 vimos que se estaba gestando un nuevo perfil de clientes que pedian consultorías más rápidas, aterrizables y que trabajen directo a la vena, que es lo que calzaba con la tendencia en el mundo por consultorías más ágiles y disruptivas, pero agnósticas en cuanto a metodologías. Es así como decidimos montar Dench con la idea de brindar consultorías de primer nivel en menor tiempo y por ende menor inversión.
¿Cuántos años vienen trabajando como consultora y que experiencias han sido las más gratificante para ustedes?
Ya llevamos 3 años en el mercado trabajando con todo tipo de empresas, algunas de ellas son AGP, BBVA, Niubiz, Gloria, Credicorp Capital, Ferreyros, Inkia, Hortifrut, Inchcape, Wunderman, Cálidda, etc. Hemos asesorado a empresas en Perú, pero también de Argentina, Ecuador, Guatemala, Bolivia y Chile.
Todas las experiencias han sido gratificantes, cada una es única: su problemática, el equipo contraparte en el cliente, así como sus retos y satisfacciones. Nos llena de orgullo estar en las ternas finales con otras consultoras de primer nivel, nacionales e internacionales.
Consideramos cada proyecto como un privilegio en el que una empresa tiene la valentía de pedir ayuda, y así nosotros venimos, solucionamos y nos vamos.
¿Cómo fue su proceso para conformar su equipo de trabajo y que esperan de cada talento que labora con ustedes?
Ha sido un proceso con mucho foco en el “fit cultural” y muy orgánico. Para nosotros es clave el tema de principios y valores, y el foco en el cliente. Hemos ido captando talento tanto experimentado como jóvenes talentos, de diversos backgrounds, disruptores, y apasionados por querer trascender. Lo que esperamos siempre de ellos es que lo dejen todo en la cancha, y no nos han decepcionado.
¿Qué es lo más difícil para ustedes al momento de establecer soluciones de negocios?
Lo más retador es competir contra el día-a-día de la operación, que es lo que muchísimas veces no permite a los clientes solucionar sus problemas por sí solos. En Dench hemos desarrollado métodos (y arte) para anticipar y sortear el día-a-día y trabajar de la mano con nuestros clientes en solucionar sus problemas de la mejor manera.
¿Quiénes consideran que son los aliados más valiosos de una empresa al momento de establecer una transformación?
Definitivamente su equipo ejecutivo, al menos uno de ellos que decida comprarse el pleito. Basta con un “loco” allá arriba, y otro abajo para comenzar todo proceso de transformación. Ya sea que la meta es transformar el negocio, expandirse o redefinir la cultura organizacional el éxito dependerá de contar con un sponsor con cierto presupuesto (o con injerencia en la dedicación del tiempo de una persona talentosa).
¿Cómo observan el panorama de las empresas y su adaptabilidad ante la crisis originada en el 2020?
Transformarse o morir. Si bien antes esta frase podía usarse como cliché, la verdad es que ahora sí que aplica. Antes de la pandemia las empresas crecían porque el mundo y la región crecían, no era difícil seguir desarrollándose, pero hoy las reglas de juego han cambiado radicalmente. La única constante será el cambio, las nuevas generaciones y los avances tecnológicos así lo demandan. La competencia viene principalmente de fuera, de nuevos modelos de negocio, y principalmente de nativos digitales.
¿Qué situación le generó, con sus clientes, el panorama del Covid19? Hemos tenido la oportunidad de acompañar a varios clientes durante estos meses de pandemia apoyándolos en la definición y/o ejecución de sus estrategias, y notamos que muchas se han humanizado y acelerado su proceso de maduración digital. Otras tantas se han visto obligadas a ser más osadas con sus pretenciones. Y, Muchas otras han mostrado especial interes en acercarse a sus colaboradores, a empatizar con ellos, e inspirar nuevas formas de trabajo.