En una operación que redefine el panorama de las telecomunicaciones, Telefónica deja el país y transfiere el control de su filial a un grupo argentino. ¿Qué significa esto para sus 13 millones de usuarios?
Telefónica Hispanoamérica ha vendido el 100% de su participación en Telefónica del Perú (TdP) a la firma argentina Integra Tec International Inc., en una operación valorada en aproximadamente S/ 3,7 millones. La transacción, cerrada el 13 de abril de 2025, incluye también la cesión de créditos financieros relacionados con la empresa, como parte de una estrategia para asegurar su operatividad y facilitar su proceso de reestructuración.
Este acuerdo contempla el uso del importe no dispuesto del crédito mercantil, equivalente a S/ 1,549 millones, que será desembolsado por ambas partes para garantizar la estabilidad financiera de TdP. Según Telefónica, el objetivo principal es asegurar la continuidad del servicio para más de 13 millones de usuarios, tanto en zonas urbanas como rurales del país.
Como parte del proceso, Germán Ranftl ha sido nombrado presidente del directorio de TdP, asumiendo el liderazgo de la reestructuración dentro del Proceso Concursal Ordinario de Reestructuración (PCO-R) iniciado ante Indecopi.
El nuevo accionista, Integra Tec, posee experiencia en diversos sectores de América Latina, incluida la recuperación de empresas en crisis. Entre sus compromisos destacan la reestructuración de la deuda, la ampliación de los servicios y la implementación de un plan de negocios sostenible con una estructura de capital fortalecida.
El equipo gerencial liderado por Elena Maestre continuará en funciones para garantizar una transición fluida. Además, Integra Tec asumirá el control indirecto sobre la participación de TdP en la operadora rural Internet para Todos (IpT), una iniciativa crucial para la conectividad en regiones alejadas.
Desde su ingreso al Perú en 1994, Telefónica fue clave en la digitalización del país. Ahora, su legado pasará a manos de Integra Tec, que ha prometido un trabajo colaborativo con trabajadores, proveedores, acreedores y el Gobierno para mantener la sostenibilidad de la compañía y fortalecer los servicios de telecomunicaciones.
Este traspaso marca el fin de una era y el inicio de una nueva etapa para el sector en Perú. Para millones de usuarios, las expectativas están puestas en que esta transformación se traduzca en mejoras reales en cobertura, calidad y conectividad.